Es
de pena, de tristeza comprobar la tremenda apatía que existe en Las Islas
Canarias, con respecto a su promoción turística de cara al exterior. Cada día
que transcurre se habla menos de nuestra Región y precisamente aquellos que
tienen la ocasión de hacerlo ni se molestan en componer una pequeña reseña
periodística que sea positiva, que diga algo de nuestras excelencias, de
nuestras costumbres folklóricas, culinarias, paisajísticas, museísticas y ese
montón de particularidades que gustan a los que llegan a saber de ellas y
puedan conocerlas. Pocos, por no decir muy pocos son los periodistas que se
molestan en elevar el nivel cultural de nuestra tierra dándola a conocer, sólo
se habla de miserias, basura y política y dentro de ese grupo caben los
sinvergüenzas, ladrones, corruptos, ladrones, falsificadores, etc. Luego los
periodistas profesionales se lamentan de que se lee poco; si es que las gentes
está harta de leer tantas intrigas, engaños y toda clase de absurdos. “Que
quede constancia, si menciono a los periodistas, no son ellos solamente los más
despreocupados del tema” Tenemos a nuestras Instituciones políticas que se las
apañan para hacer grandes obras de teatro yéndose fuera de nuestras Islas
Canarias para promocionarnos a ver si salimos de esta, en la Metrópoli española, por
ejemplo. Ya lo llevan todo calculado, incluidos desayunos, almuerzos, meriendas
y cenas de trabajo hasta las tantas y luego vienen con tremendas ronqueras y
algunos hasta con diarreas… Total nada de nada. Me pregunto: ¿Por qué no
celebran esos acontecimientos donde nuestras gentes los vean y les oigan como
luchan por nuestra región y dan de sí todo lo mejor que quieren ofrecernos?
Pensemos en ello. Hay que oírles hablar a algunos, contando sus aventuras, para
llegar a sentir nauseas. Con qué descaro cuentas sus experiencias…
A
través de Internet uno se entera como país lucha por dar a conocerse ante el
mundo publicando mensajes turísticos de suma importancia y a uno le queda el
desconsuelo de no poder salir a conocer in situ esos lugares tan exóticos y
atractivas costumbres que casi siempre llegan a convencer. Se dan a conocer
entre ellos mismos y se abren al mundo entero con el noble deseo de llamar la
atención y que los de fuera disfruten de sus excelencias y con ello hacer labor
de patria promocionándose para elevar su nivel de vida y sentar un llamativo
referente social que siempre es bueno valorar.
Desde
Puerto de la Cruz,
elevo mi voz ilusionado, ansioso siempre del porvenir de esta, nuestra ciudad
turística; sólo necesito la elocuencia que deben tener muchos eruditos
periodistas para elevar el listón de nuestra dignidad, rescatando a nuestro
Norte de Tenerife de las aún candentes cenizas políticas, apagar el fuego de la
incomprensión y el concepto equivocado de las polémicas relaciones entre las
gentes de los distintos partidos políticos y hallar el equilibrio social tan
necesario e indispensable, para salir definitivamente de esta sucia crisis
económica y política que nos está arruinando.
Celestino
González Herreros
http://www.celestinogh.glogspot.com
celestinogh@teleline.es
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