El
problema del tráfico rodado en nuestras islas es caótico y muy complejo; cuando
sales a comprar algo no hallas donde
aparcar y los comercios permanecen vacíos. Hay gente que necesita comprar, pero
no pueden estacionar su vehículo, a menos que lo suban a las aceras o cierren
las entradas y salidas de las calles peatonales más inmediatas. Sale el cliente
del coche y ya le están exigiendo que lo mueva, sales del comercio, vuelves a
entrar y en ese baile te cansas y te largas sin comprar. Ese es el gran
problema. Mala organización y falta de previsión. Hay comercios que apenas
venden un par de artículos al día y como comprenderán así no se puede
prosperar, primero pagar el alquiler del local, empleados, luz, agua, etc. Al
final la única solución es cerrar el negocio, con ello hasta ganan dinero, más
que si vendiera lo normal. ¿Cómo se resuelve el conflicto? ¿Ya lo están
estudiando? Hay gentes que se van a los municipios contiguos y existe el mismo
problema, no hay donde aparcar, ni que vayas a La Laguna o a Santa Cruz, que
resulta mucho peor. Hay quienes dicen que dejemos el coche, que caminemos…
Ahora bien, ¿los viejos no tenemos derecho a ir de compras, salir de casa? Luego
cargamos los paquetes o tomamos un taxi, ¿a cuánto sale la compra? La
maquinita, el taxímetro, no para y las colas son cada día más largas. Pongamos
que viviéramos en la periferia del casco urbano, personas mayores, niños y
enfermos, cuando tienen que ir al médico. Es un asunto muy gordo y el tiempo corre
sin que nadie aporte una solución. Donde tantos listos hay, por favor, a ver si
descubren donde está el mago que nos resuelva dicho problema. Caminar… Todos no
tienen piernas de atletas, ni la edad consiguiente para trasladarse mil o dos
mil metros para comprar un par de bombillas eléctricas, ni salud suficiente
como para echarse a la calle por necesidad, hacer alguna diligencia
indispensable. Ni tienen suficientes familiares dispuestos ayudarles, aunque
estén en el paro. No saben ustedes la cantidad de personas ancianas que viven
solas y sin tener quienes las aseen y les hagan comida, sin llevar
correctamente el control de los medicamentos que estuvieren tomando, con hijos
en buena posición económicas, aunque digan que no pueden pues trabajan, para
cuidarles o les busquen quienes lo hagan por ellos, si tan ocupados están.
Menos si se trata de pagar a una persona o asistente que se ocupe de su
familiar… Pero cuando fallecen se pelean por la herencia, algunas reliquias
sentimentales y muy poco dinero. Cosas de la vida muy discutibles y
vergonzosas.
Volvamos
a la solución del tráfico rodado. Si hubiera buena voluntad en resolverlo, no
creo que fuera tan difícil, claro que no soy yo el más indicado para ponerla en
práctica. Para eso hay gentes más lúcidas y con mayor capacidad intelectual que
sepa desenvolverse, claro, eso requiere mucho trabajo, dedicación completa e interés
personal por solventar ese dramático asunto del tráfico.
Celestino
González Herreros
celestinogh@teleline.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario