28/2/13


         NUESTRO VALLE, PARAISO PERDIDO ENTRE BRUMAS

Entre brumas se yergue su cima verde, se evade buscando expandirse  hacia el cielo; y sus costas, batidas por el ondulante oleaje, resisten sus ímpetus salvajes. Abajo se oye el murmullo de las olas, como un eco viril cuando muere la tarde.  En nuestro afligido delirio sentimos renacer tantos recuerdos imperecederos...


¡Al Valle se lo han cargado, eso es evidente! Sus campos han sufrido, en las últimas décadas, un duro golpe de consecuencias irreversibles. Ya de poco sirve hacer tristes comentarios al respecto. ¡OH Dios!, ni se inmutan al verle morir, sangrando las huellas de las crueles embestidas del acoso de las pesadas máquinas del mal llamado "progreso". Donde se dieron cita todos los encantos naturales de la Creación, con su singular fauna y su flora autóctona, exquisitas por sus múltiples y variadas especies, que versados y curiosos personajes nacionales y foráneos, estudiaron con fiel dedicación sus extraordinarias cualidades naturales, para enriquecer sus experiencias científicas. Se le conocía, entonces, como: "Paraíso  perdido entre brumas", exaltando nuestra exuberante vegetación, desde la risueña orilla atlántica hasta el hidalgo Teide y su entorno paisajístico, único por excelencia, bajo el cielo azul que nos custodia; y mirando al mar, las olas nos bañan. Surgen desde la orilla oceánica hasta la negra arena. Luego la verde ladera, que se cubre, en momentos determinados, de espesas nubes, (panza de burra) masa densa y más opaca cuando oscurece el día  en sus bellos atardeceres.

Desde su perspectiva paisajística, y pese al lamentable deterioro sufrido, aún podemos deleitarnos con rincones y panorámicas que nos facilitan la espectacular visión de aquellos quiméricos momentos de exaltación poética a través de esos vestigios encantadores, tan significativos, que dicen de sus bellezas lo que mis palabras no alcanzan a reflejar.

Recuerdo, siendo muchacho, cuando el campo olía a campo y nuestras playas al musgo fresco sobre la arena, de las algas fenecidas allí varadas. Los verdes peñascos de los bajíos resplandecían bajo el sol acariciador; aire salobre y yodado, todo olía a mar limpio. 


¿Acaso, no echamos de menos aquellos caminos vecinales y atajos, cruzando plataneras, valle abajo, para llegar a Martiánez por la Paz y descender por el majestuoso acantilado, no sin antes beber el agua cristalina y fresca en la fuente?.. ¡Cómo estaban de flores en todos los bordes de las viejas carreteras de Tenerife! ¡Y cómo, de exuberante colorido las del Valle de La Orotava!  ¿Por qué no es hoy  todo así de igual? ¿Acaso el hombre se ha convertido en un ser insensible, apático y desordenado? ¡Qué lejos está aquella excepcional época, vital e irrepetible! Por más que nos tilden de románticos, aún quedamos nosotros para recordar aquella dimensión poética y sentimental de sus encantos naturales que nutrieron tantos sueños de amor y alimentaron la ilusión de nuestros antepasados. Entonces todo era tan distinto, y hasta las gentes fueron más sensibles. Compartían con la Naturaleza la bonanza de sus irresistibles encantos.  






 Celestino González Herreros
 http://www.celestinogh.blogspot.com
           celestinogh@teleline.es




EL TEIDE ENTRE BRUMAS PARECE QUE DUERME


Cada mañana, al medio día y en la tarde, todo el tiempo disponible, me quedo mirando a lo lejos, donde está la majestuosa cordillera y la otra montaña, inmensamente bella y generosa. Erguida cual natural escultura de gigantescas proporciones, cuya exuberante prominencia apunta hacia el cielo queriendo alcanzarlo: El Teide, vigía incansable de nuestros destinos, fiel confidente de nuestras desventuras y nuestros sueños. Inamovible en su trono habitual, obsequiándonos sus encantos y deteniendo, cual imponente fortaleza, la furia de los vientos. No digamos igual respecto  al tiempo que pasa presuroso sin detenerse en sus escabrosas laderas y sus barrancos escarpados e impresionantes... Desde que amanece hasta que anochece, va cambiando su fisonomía aunque su forma primitiva no se altere. Y según,  cuáles fueran los ánimos, en esos momentos de quienes le admiren, se dejan ver en el Teide las huellas delatoras del sujeto afectado. Como un espejo permeable que profanara los umbrales íntimos del espíritu y se reflejaran aflicciones o esperanzas, en la rugosa superficie de su lumínica e imaginaria pantalla. Nuestras vidas, en continuo movimiento, al verse proyectadas, se detienen por instantes cada vez que le miramos y cuando nos insufla sus influencias venerables. Como si de un mito se tratara para darnos las energías necesarias para seguir girando en torno a la evidencia misma. Nos protege en el presente y cuida de nuestro futuro sentimental inmediato.


A veces, en las tardes tristes y nostálgicas, aún viéndole envuelto por espesas brumas, adivino su reveladora presencia e intuyo que no nos abandona, pese al velo oscuro que le envuelve. Sabemos que está allí, elevado en la hondonada de Ucanca, engalanado por la multicolor retama que surge de entre nubes y lava y el misterioso influjo de nuestro cielo espléndido. En su trono majestuoso,  siempre vigilante e inamovible.

Mi actitud reflexiva frente al Teide y su hermoso entorno, no es sólo un sentimiento ecológico, es también, devoción  -lo admito- hacia mi propia identidad, es mi legítimo apego y fehaciente compromiso de amor y respeto natural. No es devoción religiosa, es otra cosa distinta, que también sabe darnos innegable paz cuando nos envuelve en su silencio sorprendente; y un extraño reparo en su sobrecogedora soledad... En cada entresijo de sus distintas sinuosidades se esconde una historia de amor, pensamientos profundos y recuerdos perpetuos que convocan evocación sentimental. Desde donde le veamos, según los caminos que tomemos y desde los distintos lugares de la isla, el Teide aparece siempre más bello y atractivo luciendo sus abundantes y diferentes aspectos de exuberante belleza, de impresionantes perfiles paisajísticos, moldeados al antojo de la óptica desde donde se le descubra. Aunque sea el mismo de siempre, cada vez que le volvemos a ver resulta más poético y trascendental. Cada estación climatológica del año se viste diferente e impresiona de todas formas por sus encantos propios.


Nuestra cordillera dorsal, por sus características diferentes, a la par que nuestro padre Teide, puede presumir de sus encantos naturales y su verde vegetación; entre su espesa maleza también se esconden recuerdos de quiméricas veladas de amor. Ocultos están entre las sombras de sus esbeltos pinares, al socaire del sol abrasador. Quedaron para siempre sepultadas las mismas huellas, las de aquella juventud perdida...  A veces al subir a la montaña o al Teide, voy como queriendo hallar algún vestigio de entonces. Busco por los ocultos senderos, hoy cubiertos por la abundante maleza, sin suerte alguna. Pero si, me parece oír, a lo lejos, ecos apagados de voces conocidas que se alejan de mí; son como lamentos que se pierden en la inmensidad de las montañas y del tiempo, que nunca he podido alcanzar.

No hay poemas más bellos que aquellos que nuestras cañadas del Teide inspiran al creador e innovador poeta caído en la maraña de la exaltación del lenguaje lírico del amor... Ni hay silencio más profundo que el de su altura, a medida que nos elevamos para alcanzar su mágica cima, donde el aire se confunde con el aliento de los ángeles y el perfume de sus retamas; a veces, sólo cruzado por el vuelo de las aves del privilegiado lugar. Desde su máxima altura, abajo se divisa el espectáculo más seductor concebible, desde su cima es visible todo el archipiélago canario; y hasta su sombra se proyecta, al despuntar el día, sobre La Gomera.

Las noches del Teide son sobrecogedoras, sólo se oyen los latidos de nuestro corazón. Los sueños toman tal dimensión que rondan libres por el paisaje teidífero como fantasmas que juegan delirantes, corriendo entre las quebradas y las pendientes de las lomadas accidentadas... Y se esconden en el retamal, blanco y amarillo, y vuelven sonrientes a cobijarse en nuestra mente, cual dulce prisión del subconsciente. Y las estrellas, tan cercas, son testigos incrédulas de tanta emoción compartida.



Celestino González Herreros
         celestinogh@teleline.es





27/2/13


DESDE UN ESCONDRIJO DE MI SUBCONSCONSCIENTE

Las diferencias se aprecian si analizamos aquel peregrinar de tantos hombres y mujeres y muchos muchachos, buscando un medio más alentador con vista al futuro prometedor del que entonces adolecíamos. Mas, con el evidente progreso que la actualidad ofrece y que tanto da que desear, tiene a los mortales conmocionados con tantas sorpresas e innovaciones y manejos deshumanizados, además nos confunden. No quiero decir que los tiempos pasados fueron mejores, ni mejores los actuales; lo que antiguamente nos sobraba es precisamente lo que  echamos en falta hoy. Y lo mas cierto es que aquella paz no volveremos a disfrutarla. Tampoco quiero obviar tantas necesidades sufridas en nuestros pueblos; y carencias, cuando escaseaba de todo para los menos pudientes y la abundancia era para otros, según fueran sus ideas políticas.

La España dividida tuvo que desembocar en una vergonzosa guerra civil, entre hermanos contra hermanos y muchas veces entre padres e hijos. El nivel cultural de los pueblos contribuyó al inevitable desenlace, no había otra alternativa más inmediata. Fueron acumulándose los rencores y el odio cegó a los hombres que, desde ambos bandos en conflicto, cometieron, respectivamente, atrocidades que nunca debiéramos olvidar ni que se repitan. Después de aquella fraticida guerra pocas ganas tiene el pueblo español de más enfrentamientos bélicos. Ahora todo se limita a patalear, gritar, vociferar consignas irrealizables y a enseñar los colmillos en ademán de rabia contenida para amedrentar al adversario, pero soluciones muy pocas o ningunas; y así estamos metidos en un vergonzoso agujero empozado de corrupción y mentiras. ¡Ese es nuestro progreso!

Antes, aún durante el conflicto bélico nacional y con las acostumbradas restricciones alimentarias y sanitarias, nosotros, los canarios nos acostumbramos a vivir con dichas estrecheces sin dejar de buscar una salida convencional que nos permitiera seguir viviendo. Nuestra forma de ser contribuyó, en gran manera, a soportar tantas incomodidades y de esa forma lográbamos nuestros objetivos. Pese también, a las inevitables represalias por parte de unos y otros que no perdonaban ver progresar a sus rivales políticos. Así destruyeron a buena parte de estudiantes, a honrados trabajadores, lo mejorcito de aquella sociedad y no pocos líderes políticos llevándolos presos para torturarlos y luego fusilarlos. Pero insisto, salimos adelante y muchos emigraron al país donde se hallaran más seguros…  Lo triste es que hoy no hay dónde ir, ya que el mundo entero está corrompido y las crisis los protegen ocasionalmente.

Muchísimo habría que escribir respecto a aquel pasado sumido en la peor crisis que sufrió España; y sin tantos números ni cálculos logramos salir de ella. Ni tantos líderes políticos a sueldo. Entonces la mayor parte de ellos ni cobraban, aunque tuvieran jugosas recompensas o dádivas. Los políticos de entonces eran altruistas aunque peligrosos chivatos.... Bueno, hubo de todo, gente muy seria y honrados trabajadores, pero poco fiables.

Aquellos rescoldos, afortunadamente, casi se han apagado, aunque siempre hay reminiscencias e inadaptados sociales que asoman al panorama político actual con ganas de camorra. Buscando nuevas discordias, pero si algo más tenemos que agradecer al discutido progreso es la cultura ciudadana adquirida codeándonos con tantas etnias diferentes y hemos aprendido de ellos sus principales valores y experiencias con lo cual hemos enriquecido algo y no poco. Ese es el gran éxito de nuestros progresos ciudadanos nacionales. ¡No a las guerras, definitivamente! ¡Si a diálogo entre los hombres y mujeres de buena voluntad! Los enfrentamientos bélicos sólo generan las secuelas del hambre, el paro obrero y tantas enfermedades, hoy día muchas incontrolables, y la inevitable muerte de nuestros enfermos.

Dicen que los golpes enseñan y creo que los que sufrieron aquellos valientes de ayer, fueron tan duros y pesados, como fueron aquellas lozas que tapiaron los tristes despojos de quienes lucharon por nuestra democrática paz siempre en peligro y vilmente amenazada.

Cuando creíamos haber alcanzado el descanso político deseado ha surgido el más lamentable de los acontecimientos, el supuesto libertinaje de nuestros representantes políticos frente a la gran Crisis…





Celestino González Herreros


          celestinogh@teleline.es

25/2/13


CASOS Y COSAS DE CASA, SI SEÑOR…




Los enfermos, los impedidos físicamente, los ancianos, etc., en Puerto de la Cruz no tuvieron la ocasión del disfrute del Coso de los Carnavales portuenses del presente año, 2.013, ni el resto de nuestros comunitarios canarios y españoles. Se quedaron con las ganas debido a que las distintas TV locales, la autonómica y nacionales estaban muy ocupadas con programas más importantes.

¡Había que ver en los viejitos de Santa Rita, por ejemplo, tamaña contrariedad! Algunos de ellos dijeron: ¡Ya no nos escuchan! ¡Toda la semana esperando el momento para que nos hagan esto!

El desencanto fue general, toda la ciudad turística estaba en vilo… ¿Cómo es posible con tanto progreso informático, con tantos adelantos técnicos y que nos sintamos más desamparados que nunca? Si quiera por complacer a tantos enfermos encamados y a los viejitos que no pueden salir de sus casas… ¿Acaso es por que no había dinero? No hay justificación que valga, ni buena voluntad por complacer a esa pobre gente a quienes les debemos tanto. Con la vara que miden serán medidos, no lo olviden.

Hubo en Puerto de la Cruz, por nombrar un municipio canario, en tiempos no muy lejanos, más respeto y consideración hacia nuestros viejos. Ahora pienso con estupor, ¿qué será de nosotros, ahora los que ya estamos en el umbral de la vejez, cómo irán a tratarnos? A veces es muy triste vivir tanto, si, llegar a ser viejos indefensos. A merced de tanta incomprensión.

Esas personas que rigen los destinos materiales de los ciudadanos, debieran tener más cuidados a la hora de barajar el rumbo de una sociedad, no entorpecer el ritmo de la existencia de los seres humanos, no falsear los conceptos aludiendo mejoras que jamás lo serán si se atenta con la calidad de vida de nuestros viejos, por ejemplo, engañándoles. ¿Qué prisa tienen de verles desaparecer para que sean una carga menos que atender? No hablo de conciencias porque es de suponer que aquellas personas que les desatienden económicamente, precisamente, los últimos días de su existencia, no pueden tener conciencia, ni entrañas que aniden el dolor que causan. Pero no olvidemos que la vida no perdona, harán lo mismo con ellos llegado el momento.

A las personas mayores hay que atenderlos lo más justamente posible, no debiéramos negarles nada. Y sobre todo o antes que nada, considerarles y amarles. Seamos pues, transigentes con ellos y alegrarles sus últimos días; demostrarles y recordarles cuánto les debemos, aunque nunca nos hayan pedido nada a cambio de sus desvelos con nosotros desde cuando nos enseñaron a dar los primeros pasos hasta estos días que aún estamos viviendo. Ellos, a veces, se conforman con sólo una sonrisa y un cariñoso beso. ¿Saben cual es la mayor preocupación de nuestros viejos? ¿Cuál va a ser nuestro destino, el destino de su cónyuge, sus hijos, nietos y los que más vengan? Les preocupa muchísimo nuestra suerte cuando ellos falten. ¿Quién siente más por los demás? ¿Cuánto les debemos?

¿Creen ustedes, queridos lectores, que se merezcan recortes puntuales para entorpecer la atención asistencial a los discapacitados y enfermos crónicos? ¿Verdad que no es justo?
Sólo deseamos que no se les atropelle brutalmente como si fueran objetos inservibles y reduzcan su loca marcha para hacerles el menor daño posible.




Celestino González Herreros
          celestinogh@teleline.es

ESPERANDO TRAS LA VETUSTA VENTANA


Estaba avizorando entre la tupida y frondosa vegetación del hermoso jardín, cuando me atrajo poderosamente un lindo y minúsculo pájaro de color verde, que, muy cerca de donde me hallaba, jugaba con otro de su misma especie, rondándose ambos mutuamente entre rituales amorosos de incansables arrumacos, entregándose al idílico y tierno juego del amor... Sonreí distraído, sensiblemente conmovido; y volví la mirada hacia otros objetivos; busqué entre las exóticas plantas las que aumentaran más mi evidente entusiasmo, y me detuve, en mi observación, donde estaban las diminutas violetas cuyas flores lilas destacan esplendorosas en el cantero central guarecido su espacio de alelíes blancos minuciosamente cuidados... Así consumía yo mí tiempo de ocio, entre plantas y aves que vivían libres en ese romántico entorno lleno de silencio y melancolía, donde se conjugaba la armonía del multicolor floral y los aromas excitantes de la humedad de la tierra; y de las flores su delicado perfume. Los rayos del sol apuntaban en torno a mis pies, con infiltrados tangibles a través de la espesura del ramaje de los esbeltos árboles de prolongada verticalidad, buscando la luz y su calor que revitaliza. Avizoré también, desde mi ventana, en el jardín la nitidez del azul celeste cual si fuera un endiosado amanecer que invitara a volar, a escapar del verde clorofílico, junto a las aves que coreaban a mi impasible silencio con sus alegres trinos, emulando poéticos cantos hacia la mística Primavera que comenzara, abajo, en mi jardín, en este vespertino encuentro del ilusionado sueño que no debiera interrumpirse jamás, aunque deje mi vida en ello.

Caminé en ese mudo y profundo trayecto lleno de soledades, buscando la evasión y en su proyección sólo vi una luz, allá, arriba, que nunca pude alcanzar...

Y en mi jardín deambulé como en cada nueva Primavera, me fui de un lugar a otro buscando cuál fuera la flor que se abriera primero, presintiendo la llegada de las mariposas y abejas de siempre; corrí hacia sus ansiados encuentros y viéndoles libar en las flores primeras, hubo en mi subconsciente un lapso de nostalgia y en mi corazón un sentimiento dolido al verme tan solo esta vez, sin ella a mi lado, sólo plantas y flores y las aves mañaneras; y esas bellas mariposas y las golosas abejas... pero ella no estaba para que, como cada año, me consolara en mis delirios de primavera, de jardinero que sueña con sus huertos todos sembrados de flores y espera cada año la resplandeciente luz primaveral, cuando el alba despuntaba sensiblemente perfumada y la recibíamos desde la vetusta ventana, juntos los dos, para ver la flor primera...

Hoy, cada nuevo amanecer trae un mensaje distinto, las pesadillas del sueño anterior que no dejaron de atormentarme, esta vez no van a impedirme que la vea, para darle todas las flores de nuestro jardín, ¡todas a la vez! Y si no  la viera... oiré el canto de las aves y sentiré la cálida brisa; y los aromas inflamarán de ilusiones nuestros viejos corazones, habrá una eterna primavera para los dos desde mi triste ventana, proyectada hacia el Cielo. Hoy sólo me queda ver el paso de las aves en sus callados vuelos, cual mensajeras de mi amor, un vuelo ilusionado de mi débil corazón inquieto por volar... Y en esta, o en la próxima primavera, llevaré conmigo esas flores de nuestro jardín, para que alegren los rincones,  por si allá no hubiera flores y cuidarlas entre los dos.

 





Celestino González Herreros
           celestinogh@teleline.es


















¿Y SI LES VIENEN LAS GANAS QUÉ HACEN Y CÓMO?

DESDE LA AAVV SAN FELIPE – EL TEJAR

En esta inesperada ocasión, al ser abordado por unos conocidos, me preguntan si tendría inconveniente en publicar un interrogante que se hacen todos ellos: ¿Porqué no hay servicios (WC) en la Parada de las Guaguas?..
Me quedé pensativo y al momento respondí en plan jocoso. ¿Y porqué no? Alguien que estaba cerca apuntó: ¡Que vayan a los bares que están cerca o allí mismo y hacen sus necesidades fisiológicas placidamente. 
Desde luego, me pareció una salida desafortunada.
Si los usuarios de las guaguas van a aliviarse a los bares más cercanos por lógica hay que consumir… Pensemos que esos establecimientos les gusta y demás está en las ordenanzas sanitarias, el tener los aseos limpios, de hecho, hasta pagan por ello a quienes hagan la limpieza diaria. Es doloroso que vengan de la calle a usar los baños y luego los dejen impresentables. A veces la el orín sale por la puerta y ni se inmutan.



Tenían razón los primeros, ¿porqué no hay servicio (WC) en la Parada de las guaguas? También digo yo. Será porque nadie se preocupa de esos puntuales asuntos… Y según digo de la Estación de las guaguas, digo también de las grandes fiestas locales, en el Centro y en los Barrios, del embarque de La Virgen del Carmen, verbenas, botellones, etc. ¡Acaso son suficientes los servicios trasportables, cinco o seis para el uso necesario de treinta o cuarenta mil personas en ocasiones precisas. No nos detengamos o nos distraigamos contando el número de personas, lo que hay que considerar lo necesarios que son esos servicios para personas de todas las edades y sexo diferente. O resulta más estático e higiénico que lo hagan en la calle abiertamente, detrás de los coches o en las mismas narices de los transeúntes. Amigos, la ciudad de Puerto de la Cruz merece un respeto más visible, que se vea el civismo nuestro en todo momento.


 

Celestino González Herreros
         celestinogh@teleline.es

22/2/13


BREVES NOTAS HISTÓRICAS DE LA VIDA Y OBRA DE JOSÉ DE VIERA Y CLAVIJO


Fue un erudito investigador, biólogo y escritor nacido en Los Realejos el 28 de diciembre de 1.731, de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife. Reconocido por su talento como el máximo representante de la documentación cultural de las Islas Canarias. Falleció el 21 de febrero del año 1.813 en Las Palmas.

De constitución débil se inclinó siempre por la lectura, más que al ejercicio físico y los juegos propios de de su edad, siendo aún un muchacho. Estudió en La Orotava, en el Convento Domenico, donde destacó en filosofía escolástica que acabó aborreciéndola. Desde niño se inclinó por la poesía con gran sensibilidad y técnica y conservó ese entusiasmo más de medio siglo.

Sus grandes conocimientos de autor e historiador quedaron condicionados por la influencia que ejerció en él la obra crítica de Feijoo. Era un hombre de poca confianza para con lo que dijera la gente, ni aquello que pensaran; tenía que convencerse por si mismo, era el afán de comprender todos los hechos naturales. Era enérgico y porfiado y muy observador.

Escribir sobre José Viera y Clavijo sería como emplear mucha tinta, sus andaduras por la vida fueron largas y provechosas hasta su fallecimiento. En 1.770 se traslada a Madrid para encargarse de la custodia, crianza y educación del joven marqués del Viso, hijo único de don José Joaquín de Silva Bazán Meneses y Sarmiento, marqués de Santa Cruz de Mudela, señor aristócrata director de la Real Academia Española, donde recibe el mejor de los tratos. Viera dibuja la vida cortesana de forma similar a la del Goya desengañado.
En 1.772 publica el primer tomo de la Historia de Canarias y el segundo un año más tarde.



Celestino González Herreros
         celestinogh@teleline.es

21/2/13


¿Y SI LES VIENEN LAS GANAS QUÉ HACEN Y CÓMO?

DESDE LA AAVV SAN FELIPE – EL TEJAR

En esta inesperada ocasión, al ser abordado por unos conocidos, me preguntan si tendría inconveniente en publicar un interrogante que se hacen todos ellos: ¿Porqué no hay servicios (WC) en la Parada de las Guaguas?..
Me quedé pensativo y al momento respondí en plan jocoso. ¿Y porqué no? Alguien que estaba cerca apuntó: ¡Que vayan a los bares que están cerca o allí mismo y hacen sus necesidades fisiológicas placidamente. 
Desde luego, me pareció una salida desafortunada.
Si los usuarios de las guaguas van a aliviarse a los bares más cercanos por lógica hay que consumir… Pensemos que esos establecimientos les gusta y demás está en las ordenanzas sanitarias, el tener los aseos limpios, de hecho, hasta pagan por ello a quienes hagan la limpieza diaria. Es doloroso que vengan de la calle a usar los baños y luego los dejen impresentables. A veces la el orín sale por la puerta y ni se inmutan.

Tenían razón los primeros, ¿porqué no hay servicio (WC) en la Parada de las guaguas? También digo yo. Será porque nadie se preocupa de esos puntuales asuntos… Y según digo de la Estación de las guaguas, digo también de las grandes fiestas locales, en el Centro y en los Barrios, del embarque de La Virgen del Carmen, verbenas, botellones, etc. ¡Acaso son suficientes los servicios trasportables, cinco o seis para el uso necesario de treinta o cuarenta mil personas en ocasiones precisas. No nos detengamos o nos distraigamos contando el número de personas, lo que hay que considerar lo necesarios que son esos servicios para personas de todas las edades y sexo diferente. O resulta más estático e higiénico que lo hagan en la calle abiertamente, detrás de los coches o en las mismas narices de los transeúntes. Amigos, la ciudad de Puerto de la Cruz merece un respeto más visible, que se vea el civismo nuestro en todo momento.




Celestino González Herreros
           celestinogh@teleline.es

19/2/13






Federico García Lorca

1.898 – 1.936

Nació el 5 de junio de 1.898 en la Provincia de Granada, en Fuente Vaquero, hijo de Federico García Rodríguez y Vicente Lorca Romero, hermano mayor de cuatro hermanos, Francisco, concepción e Isabel.
En el año 1.908 pasa unos meses en Almería, donde comienza sus estudios primeros de música y en 1.909 se traslada a vivir a Granada.
Estudió Filosofía y Letra y también Derecho en la Universidad de Granada, ello entre los años 1.915 . 1.917.
Hizo amistad con el grupo intelectual granadino Melchor Fernández Almagro, Miguel Pizarro, Manuel Angel Ortiz, Ismael G. de la Serna, Angel Barrios y otros más. Hizo viajes de estudios dirigidos por el Catedrático Martín Domínguez Barrueta, por Andalucía, Castilla y Galicia.
Inicia su amistad con el compositor Manuel de Falla, quien fija su residencia en Granada, en 1.918. Publica en Granada su primer libro Impresiones y Paisajes y escribe algunos poemas que a parecerán más tarde en su primer libro de versos, Libro de Poemas.







 HOMENAJE A FEDERICO GARCÍA LORCA

( 1 )

En torno a los verdes hierbales,
cuando pasa el gélido viento,
despierta el viejo sentimiento
dormido entre los olivares.

Desde el triste recuerdo se oyen
los pasos del poeta gitano
bajando el sendero serrano,
y los esbirros que le siguen...

Con esa evocación sentimos
de los secuaces repugnancia
recordando a quienes perdimos

víctimas de la intolerancia,
por un puñado de asesinos
ofuscados en la ignorancia.

( 2 )

Desde Granada se le lloraron,
y al confirmarse la noticia
del ocaso de su existencia,
¡que la vida no le  perdonaron!..

cruel fue aquella mañana infernal,
para el pueblo granadino,
al conocerse su destino...
Cual fuera hoy, un genio universal.

Son ante Dios los elegidos,
más que marionetas de teatro.
Fueron mortales bien nacidos.

Buscaron el liberal trato
en los lugares reprimidos
hallando ese revés ingrato.

( 3 )

García Lorca, el rebelde poeta,
con honor pasó a la Historia
y está en nuestra memoria,
revelándonos su alma inquieta.

Y, ahora está proyectándonos
su luz de inigualable lírica
con el ensueño de su mítica,
mensaje que acaba embriagándonos.

Era como un niño despierto...
A veces era temerario,
cuando iba con su pecho abierto.

Y, como un viejo solitario,
si morían las flores de su huerto
o gemía  el tosco campanario.

( 4 )

Cuando la blanca Luna asoma
sobre los montes de Granada,
se queda su luz reflejada
sobre las sombras de la loma

que en sus sueños edificó.
Viendo desde sus esperanzas
un mundo de inmensas bonanzas,
por el que tanto suspiró.

Y son sus lunas las más bellas
del cielo azul de Andalucía,
siendo diáfanas como estrellas.

Contemplándolas él sonreía
absorto, alelado con ellas,
sin disimular su alegría.

( 5 )
Verdes olivares de entonces
que impotentes le vieron morir;
ayer, tal vez nos quisieron decir
algo más sus calladas  voces.

Eran igual que fue el gran poeta,
bellos y jóvenes, lozanos;
unidos como hermanos,
frente a la tempestad alerta...

En el polvoriento camino
quedaron huellas de sus pasos,
y en el acabó su destino.

Se trenzaron los fuertes lazos
del amor, cual poder divino,
al tomarle Dios en sus brazos.

*****

Celestino González Herreros
celestinogh@teleline.es

18/2/13


HOMENAJE A FEDERICO GARCÍA LORCA




I

De las estrellas fuiste poeta,
y de los caminos solitarios
reo por los sueños libertarios
anidados en tu alma inquieta.

Aunque goces de la paz divina
en el Edén de los sueños bellos
y tengas la luz de sus destellos,
tu poética prosa no termina.

En tus tristes noches,  - ya muy lejos -
me parece verte Federico,
avizorando faustos cortejos

en tu apartado lar onírico,
cual fueran liberales festejos
transmitiendo tu léxico lírico.

II 

Tras las rejas de tu ventana
intuyo verte, escuchando
 pasos de muerte cruzando
el aire frío de la mañana.

Sentenciándote con su andar,
bebiendo el frescor del alba;
que, con su guadaña cabalga
desde la cumbre hacia la mar.

Mas, seguías tras la ventana
cuando veías las tardes morir
hasta oír tañer la campana.

Que obligaba a despedir
con retirada temprana
aquel afán tuyo de vivir.

III

Dejadle el camino libre
y que nada se le interponga,
cuando su espíritu rezonga,
perseguido como una liebre.

¡Seguido por los hambrientos perros!
Dejadle por los campos correr
hasta que vuelva amanecer
y que despierte en sus cerros.

Granada, su tierra soñada;
que no quería verle morir
sin saber su Obra terminada.

Preso y sin poder elegir,
cuando su alma se agita
Adivinando el porvenir.

IV

El granadino perseguido
que no pudo huir de la sombra
proyectada de su Alhambra.
¡Jadeante, cual siervo herido!

El esclavo de la belleza
de su poética sultana,
vislumbró desde la ventana
de su Granada la pobreza.

Por el yermo camino se iba,
sorteando la enramada
y con la mirada perdida.

Se iba pensando en su amada,
viéndola cual diosa dormida
en un sueño de luz y cascada.

V

La noche mora y sultana,
como Lorca la quería,
lloró al despuntar el día,
al doblar por él la campana.

Desde el último ocaso
de aquella fulgida tarde,
que, por un designio cobarde
se anunció su fracaso.

Lloró al poeta gitano,
al rebelde enamorado
de noble corazón serrano.

Así, en Granada sepultado,
quedó del poeta hermano,
su genial nombre perpetuado.

VI

Quisiera poder decirte
con versos apasionados,
en tu Obra inspirados
y que no lleguen a herirte,

lo mucho que te envidio
por lo grande que tú has sido;
y por lo que hayas sufrido
cuando fuiste a presidio

defendiendo una opinión
que te dignificaría
con la ley de la razón.

Como homenaje te diría
que sentimos gran ilusión
de imitarte algún día.

-------------

Celestino González Herreros
celestinogh@teleline.es