Habrá cenas agrias en muchas mesas, cualquier noche de cada año,
cualquiera amanecer… mientras haya familias destrozadas por culpa de la droga.
Cualquier día del año, habrá un desconsuelo terrible en los hogares afectados,
donde existen miembros de esas familias adictos a la droga; sólo Dios lo sabe.
Habrá sentimientos contenidos, en cuyo silencio, se encierra el atenazado dolor...
También el “enfermo” toxicómano lo sufre y guarda su pena; y es mayor aún, su
incapacidad para poder superarse.
Los Centros de Asistencia a la drogodependencia,
luchan denodadamente, con todas sus fuerzas y las únicas armas de que disponen
son pocas y se han logrado avances considerables en esa ardua lucha que libran
por ayudar a tantos enfermos angustiados que buscan salir del túnel en el que han
entrado, arrastrados por las “malas amistades” y que cayeron en las redes
desafortunadas de la infausta evidencia. Y lo más desesperante es, comprobar en
la calle, cómo la juventud se deja llevar por sus frívolos instintos
anárquicos, desconocedores de las dramáticas consecuencias que genera esa
libertad fácil de la irresponsabilidad y el injusto desprecio que manifiestan
algunos hacia sus familiares, a los que van a sentenciar con la más triste de
las penas; como si fuera un castigo que le imponen por haberlos traído al
mundo, después de verse en plena juventud, frustrados ante la vida por no haber
sabido luchar o ni siquiera haberlo intentado. Oyen más atentamente, al
“colega” de turno, que a los suyos, los cuales le han dado todo o lo poco que
han podido... Pero cuando no se quiere entender o razonar sobre el asunto, dan
la espalda a la única verdad. ¿Por qué mueren tantos padres y hermanos jóvenes
aún? Mueren de pena... Han sido asesinados por sus propios hijos y hermanos,
les han matado, más que la vergüenza, el dolor y la impotencia por no haber
podido hacer algo frente a la droga para acabar con ella. ¿Porqué hay tantas
familias arruinadas?... Y tantos golfos, que siguen comerciando con la salud de
la “despistada” juventud... ¿Dónde están?.. ¿Acaso no sabemos quienes son?.. ¡Qué desastre! Tampoco se han manifestado, para decir qué es lo que quieren en
realidad. Y porqué se dejan arrastrar. Si me argumentaran que es por la elevada
cota de desempleo actual, me adelantaría a decirles, que, en muchos de los
casos, los jóvenes y no tan jóvenes, no han insistido en prepararse para
hacerle frente a la vida. Tampoco vamos a ignorar, de que muchos han recibido
más de lo que se han merecido. Hay que arrimar el hombro y demostrar a los
demás de lo que se es capaz y hasta donde trabajarían con honradez, que ya
habrá tiempo de defender la dignidad, quien en verdad la tenga. Hay que saber
presentarse, y, sobre todo, hay que inspirar confianza a nuestros semejantes.
Es duro, pero hay que decirlo, a ver si les entra en la sesera, a algunos, de
los que se hacen la vista gorda y oídos sordos. Más que nada, lo digo para
aquellos que aún no han caído en la “trampa”, a los que quisieran presumir de
mayores de edad sin serlo y de valiente sin, tampoco, serlos.
Los que cayeron están siendo atendidos,
abnegadamente, por el personal cualificado de los distintos Centros de
asistencia o acogida al drogodependiente, quienes, según las estadísticas, han
logrado resultados muy favorables. Claro, que ello implica, para el enfermo,
muchos esfuerzos, constancia no interrumpida y disciplinada, hasta lograr
recuperarse.
A
dónde vamos a parar, mientras hayan corazones insensibles y mentes tan
estrechas, que, con sus argumentos improcedentes “recortes” pretendan obstaculizar los esfuerzos que hacen los
defensores más directos en la lucha contra la droga, en una sociedad que está
horrorizada y clama a gritos se haga más aún de cuanto se está haciendo, en
favor de los enfermos y sus desesperados
familiares... Que hayan más recursos…Tratando de ayudarles lo más
eficientemente. Más ahora, cuando se consiguen ayudas valiosísimas de personas
altruistas y conscientes de tal trauma social. Y luego, sale el anuncio de los
recortes... Flaco favor le están haciendo a nuestra sufrida sociedad.
En fin, la lucha va a ser duradera,
pongamos nuestro granito de arena, sensibilizando al resto de la sociedad, para
que comprendan que el problema ya es de todos y un peligro inminente que nos
acecha, no entorpezcamos la labor de los que tratan de resolver con su trabajo
y fiel dedicación tan difícil reto social.
Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com
celestinogh@teleline.es
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