La Asociación de Vecinos El Tejar-San Felipe, en Puerto de la Cruz, está de luto. Sus asiduos componentes, distraídamente, en ciertos momentos, no pueden evitar la congoja que les produce recordar a José Manuel Fumero González, “El Nene”, el que fuera amigo de todos y que compartió con todos ellos ratos buenos unas veces, y de tranquilidad casi siempre, dado su especial carácter y forma de ser.
Hoy no queremos oír el ruido quejumbroso de las fichas de su dominó para no despertar tan buenos recuerdos, como ya he dicho. Aunque en la mente de cada uno de nosotros intuyamos la danza de las piezas en litigio bailando sobre la plana superficie de la mesa del burlesco juego…
Y pareciera que allí estuviera, siempre sonriente desafiando al oponente, con picardía o silenciando su suspicacia.
El “Nene” sigue entre nosotros, en cualquier rincón de esta digna Asociación. Le tendremos siempre sonriéndonos a su modo.
José Manuel Fumero González, descendiente de una familia ejemplar, en dicho seno familiar ha dejado la fértil semilla de su convicción religiosa y ha dejado plasmado el dolor de su sentida pérdida; devoto de excepción de nuestra venerada Virgen de El Carmen y del Viejito de mirada buena, nuestro Gran Poder de Dios y en especial devoción el gran amor a nuestra madre La Virgen de la Concepción.
Miembro de una de las familias más unidas de nuestra ciudad y de una firme convicción religiosa.
El próximo año los habituales fuegos de los Fumeros, dedicados al Gran Poder de Dios, entre el resplandor de sus vivas luminarias que llevarán al Cielo nuestras más sentidas oraciones, esa luz deificada llegará más arriba de lo que puedan ver nuestros ojos, y sentiremos en nuestro corazón extraños aplausos en honor a nuestra devoción por aquel respeto humano hacia la voluntad de Dios. Lo que aceptamos como designio divino, aunque lloremos tan amargamente su ausencia en los mejores años de su vida.
Que Dios le tenga en la Gloria; y ruegue por cada uno de nosotros desde esas Solemnes Alturas…
Hoy no queremos oír el ruido quejumbroso de las fichas de su dominó para no despertar tan buenos recuerdos, como ya he dicho. Aunque en la mente de cada uno de nosotros intuyamos la danza de las piezas en litigio bailando sobre la plana superficie de la mesa del burlesco juego…
Y pareciera que allí estuviera, siempre sonriente desafiando al oponente, con picardía o silenciando su suspicacia.
El “Nene” sigue entre nosotros, en cualquier rincón de esta digna Asociación. Le tendremos siempre sonriéndonos a su modo.
José Manuel Fumero González, descendiente de una familia ejemplar, en dicho seno familiar ha dejado la fértil semilla de su convicción religiosa y ha dejado plasmado el dolor de su sentida pérdida; devoto de excepción de nuestra venerada Virgen de El Carmen y del Viejito de mirada buena, nuestro Gran Poder de Dios y en especial devoción el gran amor a nuestra madre La Virgen de la Concepción.
Miembro de una de las familias más unidas de nuestra ciudad y de una firme convicción religiosa.
El próximo año los habituales fuegos de los Fumeros, dedicados al Gran Poder de Dios, entre el resplandor de sus vivas luminarias que llevarán al Cielo nuestras más sentidas oraciones, esa luz deificada llegará más arriba de lo que puedan ver nuestros ojos, y sentiremos en nuestro corazón extraños aplausos en honor a nuestra devoción por aquel respeto humano hacia la voluntad de Dios. Lo que aceptamos como designio divino, aunque lloremos tan amargamente su ausencia en los mejores años de su vida.
Que Dios le tenga en la Gloria; y ruegue por cada uno de nosotros desde esas Solemnes Alturas…
Celestino González Herreros
No hay comentarios:
Publicar un comentario