7/10/12


VENEZUELA AL HILO DE LOS ACONTECIMIENTOS

No he desistido, me reafirmo en todo lo que haya escrito en mis espontáneos artículos, como colaborador desinteresado, acerca del gran dilema de Venezuela. Aún sigo creyendo en la necesidad de buscar soluciones convincentes que minimicen el desastre socio económico que sufren nuestros hermanos de allende los mares.
No intervengo, esta vez, en el renglón preocupante de lo político. ¡Qué difícil se pone la cosa! Un país dividido políticamente, es como una familia rota, en quiebra e irreconciliable. Es como ver volar por el aire, peroles que van y vienen en distintos sentidos. Y tener que soportar, mal sonantes frases dirigidas con certeza o no; y despropósitos mal intencionados acompañados de falaces frases intimidatorias y ridículas, a la vez, de un lado y otro. Apena, sinceramente, ver al sufrido pueblo aguantar la "metralla" política existente, unos y otros, sólo busca conservar sus posiciones ventajosas o no,  para dominar situaciones apetecidas.

Les seré sincero, he oído tanto, de uno y el otro bando, que, acabo por no entender nada. Un elevado porcentaje de venezolanos están temerosos. ¡Válgame Dios!, y yo que creía lo contrario... Hablas con todos, escuchas los noticieros, ves televisión, etc., y hay quienes están contentos, y otros tantos descontentos.

No he desistido, seguiré pensando, que mí querida Venezuela, un día u otro, resurgirá de entre la controversia y el malestar sufrido por sus gentes. Ahora todos luchan por lo mismo, según sea la óptica de cada cual. Lucha la corrupción por salvar sus intereses; luchan los evasores del "Fisco"; el hampa por sus demarcados territorios de acción. Los escuálidos por sus derechos; y el Gobierno, por consolidar su Constitución.

Una cosa, si me parece lamentable, es que la Oposición al Régimen actual, esté siempre a la caza de las "criollísimas expresiones del Presidente de la Nación. Es que, el pobre hombre, sin cerrar la boca, cuando habla, ya está distorsionando  el significado de las frases que haya dicho en sus discursos populares. Creo que no hay tan mala intención en lo que dice. Hay que conocer bien la jerga popular del venezolano, aunque de hombres cultos se tratara. No hay etnia que juegue más y mejor, que ese pueblo hermano. Juegan con las palabras y hacen tan ocurrentes frases y refranes, que, difícilmente, uno llega aprenderse todo ese tesoro dialéctico, de cabo a rabo. El venezolano que no quiere entender a su hermano, cuando este se expresa como tal, es que no es bueno ni consigo mismo, aunque sea de distintas ideas políticas, distinto color o de otro arraigo religioso.

Yo conozco a mis gentes, lo que no me preocupa es, el camino que cada cual elija; óiganme, sabiendo comportarse dentro de un orden democráticamente llamado social, no hay problema, lo malo es que se trastornan fácilmente, y suelen venderse hasta por una frase cariñosa y cuanto más por una falsa promesa… Es lo que ha sucedido en Venezuela. Hay mucha pobreza y paradójicamente, que sea en el país más rico… Entonces nada debe detenerles, sólo sus propias convicciones. Todo lo demás son proyectos, modificaciones y tiempo para realizarse, falsas promesas. No se pueden descuidar esos importantes factores, si no, caeremos en los mismos errores sufridos. Poco a poco, ese tiempo nos devolverá las oportunidades perdidas y la paz apetecida.

En los actuales Comicios el resultado puede ser satisfactorio para todos, porque no podemos negar que la soberanía del pueblo siempre ha sido plural. No está bien que todos los beneficios sean para los mismos, se ha logrado casi por completo el equilibrio necesario que compense juiciosamente los destinos del país. Ya el próximo año, el pueblo va a tratarse, entre ellos, de tú a tú. Se acabarán, Dios mediante, los numeritos circenses a los que nos tenían acostumbrados… Llegó la hora de llamar las cosas por su nombre, al pan pan y al vino vino; y es posible que el pueblo aprenda a respetarse mutuamente y a ejercer las tareas políticas asignadas con responsabilidad y mucha seriedad. Y el Presidente de la Nación estará obligado a compartir sus obligaciones con la Oposición y éstos, recíprocamente, con las altas esferas nacionales. Acabar con el crimen, los robos, secuestros chantajes, y un largo etc. La Revolución social, agrícola y ganadera, la petrolera, sanidad y cultura, entre todos y con buena fe. podrán salir adelante y Venezuela llegará muy alto en la opinión internacional. Dentro de seis o siete años, si llego, recordaré esta humilde y optimista contribución. Aún hoy no sabemos los resultados, lo que si es cierto es que no habrá un empate, pero si, expectación… Es necesario  que se respeten las reglas del juego y que no recurran a “la trampa política” Dentro de pocas horas lo sabremos, así pues, felicidades y que gane el mejor, en este caso es el pueblo soberano.


Celestino González Herreros
          celestinogh@teleline.es






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