ENVUELTOS
EN LAS BURBUJAS DE LA
INCONCIENCIA
¿Cómo hallar la forma de
incentivar a los pequeños, medianos y los grandes empresarios que siguen
indecisos, que si invertir o no, en nuestra ciudad turística? Algunos tienen sus
dineros en cuarentena, a ver si cambia la situación económica y burocrática; y
poco a poco van integrándose a la vida empresarial perdiendo el miedo a
fracasar… Siempre esperan a ese “mañana que no llega”, un nuevo día sin
recortes, sin molestas sorpresas, ni subidas de los precios… Y entre tanto
nuestros políticos no cambian de postura. Aquí no se mueve nadie, todo lo
contrario, cada día anuncian un nuevo recorte, un susto nuevo y cierre de
Empresas echando, por consiguiente, a la calle ciento de empleados. Vamos de
mal en peor y esperanzas ningunas. Ya nos acostumbraron a callar y aguantar los
antojos de aquellos señores que nos están gobernando, como si ellos creyeran
disponer de una barita mágica; y hasta están creyendo de que ahogando al pueblo
con sus crueles imposiciones fueran a vencer esta ruinosa crisis que ha acabado
con toda España y sus colonias. En el resto del mundo y con cierta pena, se
lamentan de que España haya llegado a donde ha llegado. ¡Las vueltas que da la
vida!
Es razonable y comprensible
que los grandes capitalistas, los empresarios fuertes se lleven sus capitales a
otros lugares donde puedan ampliarlos y con ello darle trabajo a tantos
millones de parados que existen, como en el caso de España y de Canarias.
Muchas veces he pensado que la posible paranoide de nuestros gobernantes, les
haya dejado secuelas, que además les tienen ciegos. ¿No se dan cuenta que
estamos completamente arruinado, que ya casi no podemos respirar? No se en que
va acabar todo esto y lo que más temo es el futuro de nuestros descendientes.
¿Qué va a ser de todos ellos? ¿Y qué dirán de nosotros el día de mañana? Que
nos dejamos mangonear por un puñado de locos sueltos y con inmunidad política
que hacían y deshacían sin responsabilidad alguna…
No se puede gobernar a un país
a las bravas, sin medir consecuencias, sin mirar hacia atrás, sin sopesar las
ventajas o inconvenientes de sus decisiones o caprichos. Tantas tragedias
económicas y sociales y tantos fracasos acumulados en tan poco tiempo.
El quijotismo de algunos,
además de alucinar les envuelve en la burbuja de la inconciencia, ven donde hay
molinos inservibles, valles espléndidos, oasis esplendorosos capaces de
brindarles los éxitos apetecidos y el final de la lucha entre sus fantasías y
el humo gris de la enfermiza ilusión, en sus mismas equivocaciones está todo el
mal que nos tiene tan infla valorados.
Aquel refrán muy popular entre
nosotros que dice:: “Salimos de Guatemala para meternos en guatepeor” Miren que
protestábamos, llevamos muchos años quejándonos de nuestra suerte y hemos tenido
que admitir, pésele a quienes le pese, aquello de que todo tiempo pasado fue
mejor, no sólo para España y nuestras Islas Canarias, en todo el mundo, menos
las criminales guerras mundiales. Aquí nos arreglábamos como Dios nos ayudara.
Hubo muchas privaciones y desconsuelos, pero la esperanza siempre prevaleció y
éramos con los demás, innegablemente solidarios. Así resistimos hasta aquellos
otros día de relativa paz Entonces luchamos por consolidar aquello que se dio
en llamar DEMOCRACIA y por ella luchamos hasta conseguirla y preguntarnos hoy,
como nunca, tristemente desesperanzado: ¿Dónde está, que no la veo?..
Celestino González Herreros
celestinogh@teleline.es
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