1/7/13

ES MÁS FACIL CAMBIAR EL DESTINO AJENO QUE EL DE UNO MISMO


Nunca debiéramos confundir el significado de la expresión: contradicción. Máxime cuando hoy decimos una cosa y al siguiente día lo contrario., o al poco rato de manifestarnos, hostilmente sobre el mismo tema. A  veces las circunstancias nos obligan a corregir los conceptos que hayamos aprobado.




Cuando no comprendemos algunas de las alternativas que surgieran e hicieran cambiar las distintas opiniones que antes hubiéramos aprobado. Lo valioso es palpar la evidencia misma, saber elegir la frase o idea por muy enrevesada que fuera. Hoy podemos pensar de una forma y al poco tiempo aprender a expresarnos de otra manera. Así pues, no digamos nunca de un mortal que se contradice con frecuencia, como me puede ocurrir a mí antes que a nadie o a cualquiera otro y en distintas circunstancias. El buen crítico es aquel que alcanza a comprender las distintas situaciones que nos dominan o aconsejan respecto a los demás. Hay quienes maldicen a los que nos gobiernan, políticamente hablando, y está en sus manos nuestro destino, entiéndase, por la forma anacrónica como desarrollan su programa electoral, dado que, de la noche a la mañana siguiente cambian los papeles y las comprometidas condiciones. Ven surgir nuevas luces que optimizan la situación actual despertando el entusiasmo perdido.


Así me ocurrió hace un rato oyendo una entrevista que le hicieran al señor Antonio Alarcón, bandera ondulante del PP y que, por cierto, me entusiasmó oírle e igual que al entrevistador. Y, aunque nunca le he atacado políticamente, ya que ese no es mi estilo, revolucionó aquellos conceptos personales que tenía de él distintos a la verdad.


Ojala un día todos los políticos que dicen amar a su país, lleguen a ponerse de acuerdo, aunque sólo sea para resolver los problemas más serios que nos atañen: trabajos, educación, asuntos sociales despreciados, sanidad, respeto humano, justicia, sin necesidad de castigar las ilusiones ajenas, cuando se piensa con el corazón para darle al pueblo lo mejor posible y con ello cubrir sus primeras necesidades y defender sus derechos constitucionales. Con ello nos conformamos, que nos saquen de esta lamentable crisis y volvamos a vivir felices, que son cuatro días…


Me gustó su forma de expresarse, aunque no es del todo santo de mi devoción, hasta que siga convenciéndome… ¡Hemos aguantado tanto! Ahora bien, tampoco es exclusivo en su partido político, pero si un puntal firme. Parece ser una buena persona, si no me equivoco, transparente y humano, digno de credibilidad. No digo apoyo moral por que se que lo tiene.

¿Ven como las circunstancias cambian a las gentes? Ahora bien, saber entenderlo es propio de sapiencia, nunca motivo de desprecio y mucho menos de crítica barata.



Celestino González Herreros
celestinogh31@gmail.com






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