Hoy
sólo se habla de fútbol en nuestro planeta Tierra, no existe nada más
importante ni problemas que ameriten su rápida solución. Buena ocasión para el
Gobierno, poder hacer algunos recortes
más, como, subir impuestos y los Bancos negociar con las casas hipotecadas… Las
calles y las plazas están bacías, todos frente al televisor, horas tras horas.
A las gentes eso les importa un bledo. ¡España! ¡España! ¡España! ¡Por los
Campeonatos del fútbol! Y los problemas familiares como si no existieran. Así
es bueno gobernar, mientras hayan deportes el camino se hace llano y muy
propicio.
Según
me refiero a España, lo mismo digo de los demás países que juegan (nunca mejor
dicho) y muchos de ellos pasando hambre. Son muchas las amas de casa que no
tienen que poner al fuego para poder comer, mientras se gastan buenas sumas en
comprar las localidades para gozar cómodamente los respectivos eventos allá en
las soleadas canchas. No podemos decir que es sólo la falta de cultura de esos pueblos,
cultos y no cultos se vuelven locos, por ejemplo: el fútbol, tenis, los toros,
etc., salvo muy pocas excepciones, que por distintas razones no se apuntan a la
fiesta. Si pusieran el mismo interés por los demás asuntos otro, gallo nos
cantara. Así, cada cual, va a lo suyo: los distintos gobiernos ajustando como
lo hace España, los Bancos hipotecando, los Notarios afinando, los Jueces
ajusticiando, etc. Cada cual a lo suyo ¡y no pasa nada! Mientras haya
competiciones. Sumas millonarias para ciertos jugadores (en el caso del
fútbol), buenos puestos de trabajo para los familiares o allegados a los
familiares de nuestros políticos, recortes para Caritas, los Comedores
infantiles, el mismo Credo, Asistencia domiciliaria a nuestros ancianos
huérfanos de todo lo elemental de la vida, solos. Enfermos con serios problemas
físicos y patológicos, etc. ¡Y aquí no pasa nada!, todo el mundo contento. Paradójico,
hay personas con la suerte de estar trabajando… ¡Hoy día lo más importante, eso
de tener un trabajo fijo! y son muchos los que no lo cuidan, que tratan
mal los usuarios o clientes. Que se
creen los dueños de esas empresas donde trabajan como empleados y no temen que
mañana lo echen a la calle como indeseable, mal carácter, mala educación, etc. Se
necesita estar locos, de verdad. Y casos de esos hay muchos. Y los futbolistas,
por ejemplo, viviendo como reyes y algunos, descaradamente, estafando a nuestra
Hacienda pública.
Celestino
González Herreros
celestinogh31@gmail.com
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