HUMILDAD Y PACIENCIA
Creyendo en tu divina indulgencia
y tu bondad misericordiosa
hoy con expresión generosa
nos ofreces tu sagrada presencia.
Luz de tus ojos que me fascinan
cuando en ellos crédulo me asomo
paréceme si tus manos tomo
que mis sentidos todos deliran…
No veo más cuando me miro en ellos,
al hallarlos frente a mí… Absorto
la luz divina a mansalva soporto
cegándome sus claros destellos.
Tu pueblo entero suplica tu amor
en todos los rincones vecinales
que son tus rutas procesionales
aclamamos de tu gracia el calor.
Por las calles de Puerto de la Cruz
viéndote pasar con tu gesto lento
y esa expresión tuya de contento,
creces con los fulgores de tu luz.
Esperando que vuelvas, Señor,
muy larga ha parecido la espera,
tanto, que esa ansiedad desespera:
la larga espera
causa dolor…
Las calles todas engalanadas
con arcos, palmeras y banderas
dan al ambiente señas fiesteras,
más parecen de un cuento de hadas.
Y la
Virgen del Carmen sonriente
sobre hombros de sus cargadores
con alegría a sus moradores
brinda su amor marinero ferviente.
San Telmo celoso inseparable
y temeroso guía en la brava mar,
de la
Virgen no se va a separar
en tanto la mar no sea aconsejable.
¡OH!, Madre de amor ilusionado
cada nuevo amanecer te imploramos;
y por el nuevo Muelle te suplicamos,
que sea realidad ese sueño ansiado.
Celestino González Herreros
celestinogh31@gmail.com
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