¿Llegarán las ayudas a los campesinos que han perdido sus cosechas a causa de los vientos y las lluvias sufridas recientemente? La platanera fue la que más daño sufrió, como siempre ocurre por el tamaño de las matas o plantones, con los embates y la furia del viento. Ya sabemos que es casi imposible, económicamente, a todas ellas, protegerlas levantando muros para preservarlas de los castigos y la voracidad del viento, u otros sistemas. Claro que, poco a poco debieran ir poniéndoles medios de contención que a la larga les iba a ser rentables. Eso amerita un detenido estudio por parte de los técnicos, lógicamente. Hablemos de los invernaderos de hortalizas, plantas y flores, etc., pero si no hacen los soportes más seguros, claro que se los lleva el viento. Así pues, el sentido común juega un papel muy importante en estos casos. Y no olvidemos, o mejor que no se olviden, aquellos que ofrecieron las pertinentes ayudas económicas para subsanar en parte, las tremendas pérdidas que nunca serán suficientemente compensadas por mucho que les den.
De todos es sabido que la agricultura cada año nos mantiene con la zozobra si será el próximo mejor o peor, todo dependiendo del tiempo que tengamos y de la estación vigente. Que una temporada sea desastrosa no quiere decir que siempre será así. Cuando se presentan bien y se recogen las cosechas abundantemente no decimos nada, no nos lamentamos, ello evidencia que no hay que tirar la toalla y en cambio, si ser optimista. Como suele decirse: ¡Ya vendrán tiempos mejores! Lo que si es cierto, la tierra es generosa, nos da sus frutos con el cariño que los sembremos y a la vez los cuidemos. Todo en la vida necesita unos grados de sacrificios que a la larga serán rentables. En la tierra sino doblamos la cintura no cogemos ni piedras.
La
tierra como fuente de riqueza necesita también generosidad por parte de los
estamentos oficiales, darle al campesino todas las ayudas necesarias e
incentivarles progresivamente. Darle el valor que le corresponde y aliviarles
de cargos e impuestos para que puedan salir adelante. Como fuente de trabajo y
economía representa para una nación un elemento indispensable, evitaríamos
consumir tanto de afuera y comeríamos más sano. Pero eso no les entra en la
mollera a nuestros respetables políticos. Eso les daría muchos quebraderos de
cabeza…
Celestino
González Herreros
celestinogh@teleline.es
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