Como
ver cruzar el espacio una bandada de aves con rumbo fijo y en acrobático orden,
yo preveo mis pensamientos como ideas disolubles que retozan en mi mente
buscando una oportuna grieta en dicho espectro para escapar y salir del
aburrido encierro, donde a veces, es tan difícil rescatar su verdadera esencia
emocional. Aunque la espera sea larga y las horas se prolongaran, siempre iba a
surgir el momento esperado y con ello, aquellos revoltosos duendecillos se vuelcan
en el blanco papel donde les recibo más animosamente; y departo con ellos mis
dudas… Poco a poco voy ganando espacios y me voy integrando en el disuelto
amasijo de ideas y palabras, de tímidas expresiones y valientes decisiones, me
voy haciendo fuerte en esa dialéctica lucha contra la ignorancia, la ignominia
y el descaro. Sin habérmelo propuesto me enfrento a la pura realidad y siento
tal desencanto…

Esa
ebullición de ideas y contradicciones, esos temores nunca fueron infundados por
mis propios pensamientos, se ven venir y muy estúpido hay que ser para no
entenderlo. ¡Que no somos tontos! Y que conste, no soy yo solo quien lo dice. A
los hechos me remito, cada vez más, en Tenerife, aumentan los índices de
parados, menos puestos de trabajo y más gentes de afuera enchufados… ¿Qué pasa
con nuestra juventud? ¿Quiénes son los
que velan por ellos?
Agachémonos,
ya vuelven las aves en acrobáticas bandadas, volando ahora hacia todos nosotros
y no sabemos cuál mensajes nos traen. ¡Cuidado, vienen decididas a despertar
este sueño nuestro que tanto daño nos está haciendo! Las aves también tienen
sed y hambre, no sólo de comida, están ansiosas de justicia social, de
respuestas firmes y consecuentes. Transparencias y honradez. Las aves de
nuestro pequeño universo saben volar alto y raso y saben despertar conciencias
aletargadas por el peso del poder… Aves,
duendes y aquel resquicio sentimental de la estrecha grieta que les dejó en
libertad.

Celestino
González Herreros
celestinogh31@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario