Haciendo
un exhaustivo análisis cronológico de la vida de tantos hombres y mujeres
destacados por su labor social y hasta continental, desde nuestros municipios
han sido poco considerados sus valores
académicos, artísticos, políticos, científicos, sociales y un largo
etc., puesto de manifiesto ese peculiar abandono por las distintas
Corporaciones, legándole honores, primero a los foráneos cuyos nombres y
apellidos figuran en calles, plazas,, monumentos, estatuas y Centros de ocio y
recreo donde se ignora y hasta ofenden la memoria de nuestras gentes los cuales
tanto prestigio dieron a nuestras ciudades y pueblos por el amplio bagaje de
sus meritorias acciones.
Hagamos
un somero recuento a modo de balance y faltan muchos de los nuestros y no es
que sobren los foráneos, de ninguna manera, pero si, sería mejor acordarse de
los de aquí, que no se diga: ¡A rey muerto rey puesto! Y de los nuestros hay
algunos que no se merecen el descalificado trato del que han sido objeto. Ahí
tienen, por ejemplo, en Puerto de la
Cruz, el recordatorio al que ha sido expuesto la figura de
don Francisco Bonnin Guerin, un español digno de ser respetado aún en el
recuerdo con su monolito en los márgenes de la Plaza del Charco, rodeado de contenedores de
basura, moscas y otros insectos y malos olores… No es justo y mejor sería
trasladar tanta inmundicia a otro lugar o mover tan bello monumento a otro
lugar más decente, donde nuestros visitantes puedan contemplarle e indagar si
lo prefieren, sobre su vida profesional, no sólo la militar, también su vida
artística como un extraordinario pintor de óleos y acuarelas, que caló tan
profundamente en nuestra Sociedad canaria, en particular en nuestro Puerto de la Cruz con pleno orgullo y
admiración. Si quiera que sirva de estímulo a tantos destacados artistas
portuenses, ilusionándoles debidamente.
Ahí
está una evidente muestra de nuestra política cultural, primero la basura y si
sobra espacio para aquel que parece ya ha sido olvidado sólo en unos años, como
tantos otros que dieron en vida lo mejor de sí y contribuyeron a nuestro
progreso y renombre, a nuestra preclara identidad.
Nuestros
serios periodistas, no todos, se han olvidado históricamente, de nuestros
valores y se han preocupado más por exaltar las gentes de afuera, alemanes,
ingleses, cubanos, etc. Aunque hayan sido nuestros cazadores… O lo que fueran,
buenas o malas personas. Primero siempre están ellos, siempre en primera línea,
aunque la historia no los cambie. Es que somos más gentiles.
Si
enumerara la cantidad de hombres y mujeres importantes, por su cultura,
inteligencia y saber didáctico, no acabaría en buen rato. Hijos de Puerto de la Cruz, nacidos aquí y
renombrados en el mundo enero, citados y homenajeados por su gran contribución
universalista y que son, muchos de ellos, más reconocidos fuera que en su
propio municipio. Eso es ignorancia enfermiza que viene heredada de los
distintos gobiernos que han precedido también al actual, gobiernos canarios y
los centrales, particularmente.
Si
fuera a nombrar nombres y apellidos, que haberlos los hay, repito, no acabaría
en tan buen tiempo, pero la historia no miente, ahí están los libros, tantos
volúmenes escritos, las hemerotecas, que lo refieren. Hoy le tocó a don
Francisco Bonnín Guerín, que descanse en paz su alma, lejos de tanta basura…
Desenmascaremos la penosa ignorancia que tanto hemos padecido en nuestros
pueblos por culpa de los que han pretendido regir los destinos de nuestros
pueblos infructuosamente, sea por las circunstancias que fueran y hoy seguimos
pagando la deuda de nuestra conducta simplista. No lo digo yo, lo dice la
historia mejor intencionada de la que se desprenden las más sabias lecciones,
generosas y útiles, dignas de ser imitadas en cualesquiera de sus bellas vertientes.
Celestino
González Herreros
celestinogh31@gmail.com
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