TODO LLEGA A SU DEBIDO TIEMPO
¡Ay!, las cosas que uno tiene que oír y lo que nos queda por ver. Está visto, al menos así lo parece, que no hay posibilidad de poder mantener estables e indisoluble concepto alguno, ya no digamos lo mismo del verdadero sentimiento de la amistad, tanto política, como social. Muchas vestiduras se han dañado a cuenta de esos impresentables desordenes. ¡Pero si antes eran inseparables! ¡O todo lo contrario! Eso está a la orden del día.
A otra cosa, estimado lector; y vayamos por la orilla que se respira mejor.
Llama la atención, también, sopesar el deseo unánime de nuestras gentes, no nos amilanamos, nos mantenemos firmes ante la evidencia, jamás tiraremos la toalla, tenemos el convencimiento de que en Puerto de
Nuestras gentes y lo que aún conservamos, tanto material como espiritual, por la gracia de Dios, avalamos nuestra indisoluble idiosincrasia… Jamás podrán torcer el rumbo de nuestro destino, llegaremos a satisfacer, en lo posible, las perentorias necesidades de aquellos que tan urgentemente necesitan un trabajo estable y bien remunerado. Sólo es cuestión de saber esperar con optimismo, todo llega a su debido tiempo, que si a esos derrotistas les llegó, a nosotros nos llegará en un plazo muy corto y vamos a demostrar que todos no somos iguales y que habrá trabajo suficiente para aquellos que sepan defenderlo. Tiempo al tiempo.
Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com
celestinogh@teleline.es
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