18/7/12

INCOMBATIBLES LENGUAS DE FUEGO INFERNAL

Ha sido y aún es, aterrador el incendio en nuestras Islas Canarias y lamentables serán sus consecuencias, desde todo punto de vista. No hay palabras ni cálculos posibles que valoren la dimensión del desastre ecológico y ambiental que estamos sufriendo. Las condiciones atmosféricas y climáticas no acompañan en la ardua tarea de los distintos grupos contra incendios, que con muy pocos recursos idóneos y humanos luchan desaforadamente sin poder lograr los objetivos deseados: acabar con ese endiablado fuego.

El incendio, por ejemplo el de Tenerife, campa a sus anchas. Repito, muy pocos recursos y aquellos de los que disponemos han sido tardíos. Y los negativos elementos atmosféricos, nos siguen traicionando.

A modo de comentario. Desde el primer momento debieron traer más helicópteros y aviones apropiados para reducir y acabar con el fuego, recursos tan necesarios y que sin dificultad alguna pudieron haber sido enviados desde el Gobierno Central, civiles y militares, a fin de que conjuntamente probáramos con lógica la eficacia de dichas ayudas. Pero no, a esperar, a hacer cálculos estériles mientras el fuego avanza a una velocidad delirante y vertiginosa, que auguramos esas lenguas de fuego acabarán con el resto de nuestros bellos montes, su flora e indefensa fauna… Y tantos valores materiales hasta el momento actual, ya perdidos.

La falta de limpieza de esos suelos, quebradas y barrancos, donde tanto material combustible cada año se almacena por falta de previsión, por ignorancia y despreocupación, siempre está presto a incidentes como el que estamos viviendo. Cada año decimos lo mismo: “Hay que limpiar los montes y sus aledaños, las cabeceras de los barrancos”

También dentro de las distintas poblaciones, por falta de limpieza, la hierba seca y los matojos abundan, parcelas y solares abandonados, a merced de cualquier chispa eléctrica, una colilla de cigarro encendido, etc., bien pudieran ser evitadas esas temibles consecuencias de nuevos conatos de incendios.

Sin pretender acusar de negligencia a nadie, ya que el daño está hecho, en cada circunstancia igual a las actuales, tal y como lo pienso, debiéramos ser más cuidadosos y perseverantes a la hora de pedir ayuda. No he dicho exigir, que por las peculiares circunstancias que nos definen, debiéramos estar más preparados ante posibles catástrofes como las que nos ocupan hoy también en La Palma y La gomera y demás islas del Archipiélago. No tener, permanentemente, que lamentarnos por estar realmente tan aislados… Pudiéramos prevenir cualquier desagradable situación, con la diligente y honrada ayuda de nuestros “amigos” de allende los mares sabiendo que podemos contar con sus generosos y rápidos refuerzos.

Corregir nuestros errores debiera ser nuestro principal objetivo, no caer en los mismos errores siempre, que el próximo años no volvamos a lamentarnos. Hay muchos días por delante, pero las verdaderas catástrofes no avisan ni tienen calendarios, que no nos cojan desprevenidos… A trabajar por lo nuestro, no perdamos el tiempo sólo con apuntes y cálculos teóricos, seamos más prácticos.

Celestino González Herreros

http://www.celestinogh.blogspot.com

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