14/4/12

REENCUENTRO FORTUITO DE UN VIEJO AMOR

.

Teniéndole tan cerca quiso asomarse a sus marchitados ojos, sólo por ver si aún conservaba aquel brillo resplandeciente que antaño le cegaran y de amor le inundaran. Su aliento se confundía con el suyo e instintivamente se dieron las manos, en tanto sufrían ambos en tan inesperado momento. Ella se le acercó en ademán de júbilo, sonriéndole y a la vez queriendo disimular su entusiasmo.

-Eres tú, amigo mío. ¡Cuánto tiempo!..

-Lo mismo digo, ha sucedido inopinadamente, debe ser, casualidad, cosas del destino…

Ella no soltaba sus manos y de vez en cuando presionaba y sonreía nerviosamente. Se estaban fraguando extrañas sensaciones en ellos que no iban a ser desapercibidas, menos deliberadamente. Y como los segundos caminaban aprisa, quisieron aprovechar el tiempo que durara la grata ocasión de hallarse juntos nuevamente. Hablaron pues, de aquella tierna juventud, de las cosas bonitas que se decían, de las chuletas amorosas que se escribían y se entregaban mutuamente en cada momento que se despedían.

Y hubo que contener la emoción repetidas veces. Sus ojos brillaban expresivos, inusitadamente, diciendo lo que ocultaban las palabras.

Ambos confesaron que aquello fue el primer amor, que a nadie habían querido de aquella forma… Y acabaron diciendo: Esos recuerdos, la memoria de aquellas vivencias, irán conmigo a la tumba el día que muera.

Con notoria pesadez y marcada nostalgia se dijeron adiós, no sin antes besarse, con efusiva reverencia, en ambas mejillas, como si no fueran a verse jamás…

POÉTICA MEDITACIÓN COMPENSATORIA

Aquel respeto era amor,

aunque sintieran deseos

nunca hubo en ellos devaneos

considerando el pudor.

Todo entre ellos lo decían

conteniendo la emoción,

oyendo el latir del corazón

cada momento que vivían.

Con la sublime ilusión

de encontrarse cada día

y siempre en plena armonía

discurría cada ocasión.

Así fue aquella juventud

y para ellos la edad añorada…

La pequeña niña amada

vista desde su senectud.

Con el paso de los años

cada vez que ahora se ven

resistirlo mal pueden

ni olvidar los desengaños…

Los designios del destino

a pesar de amarse tanto

y sufrir tal desencanto,

el amor volvió al camino.

*****


Celestino González Herreros

http://www.celestinogh.blogspot.com

celestinogh@teleline.es

No hay comentarios: