12/2/13


CRUZ ROJA ESPAÑOLA DE PUERTO DE LA CRUZ
AAVV SAN FELIPE – EL TEJAR

Una Institución humanitaria como fuera hace algunos años, no muchos, aquella Asamblea de la Cruz Roja de Puerto de la Cruz y que los ciudadanos de esta conmospolita ciudad con nostalgia tanto echamos de menos, otra igual no habrá. Aquel disciplinado cuerpo humanitario con un espíritu de sacrificio encomiable ha añadido a nuestra historia local las más brillantes páginas para la posterioridad y nuestro orgullo portuense. Son muchos los nombres, tantos que no acabaría en tan buen tiempo de mencionarlos a todos, sólo recordemos con las estrecheces económicas que vivíamos y ellos sacrificaban a sus familias y cuantas obligaciones tuvieran, para ese tiempo dedicárselo al enfermo, al herido o accidentado. Siempre eran los primeros en llegar al lugar del suceso y en tanto llegaran  las autoridades médicas, civiles y judiciales, se desenvolvían diligentemente y en muchas ocasiones salvaron vidas o evitaron indeseables complicaciones, con sus medios más elementales.


En la mente de cada uno de nosotros rondan algunos perfiles de hombres y mujeres que merecen nuestra infinita consideración y respeto por su entrega humanitaria para con nuestros semejantes.


Aquello era un ejercito de voluntarios que crecía y más crecía; y disciplinado, a veces demasiado, pero es necesario para poder mantener el orden.







Dense cuenta que no nombro a ninguno para evitar herir susceptibilidades, pero téngase en cuenta que era una Institución muy seria y lo seguirá siendo, pese a la posible competencia desleal de las otras ambulancias que circulan en todo el archipiélago y que nada tienen que ver con la Cruz Roja Española. Y a colación de la competencia de Servicios, me han dicho, muy recientemente, sólo han pasado dos o tres días. Fueron requeridos con mucha urgencia pidiendo ayuda, al teléfono oficial de dichas ambulancias y mientras, el herido, visiblemente magullado por una caída sufrida esperaba tendido en la vía pública de poco tráfico rodado, esperaba que le socorrieran. Unos vecinos hicieron esa llamada telefónica y les contestaron que no había ambulancias disponibles porque todas estaban de servicio en el Carnaval. ¿Eso es justo, es posible?, pregunto. ¡Pues si! Imagínense lo incómodos que aquellos vecinos estarían con tal descarada respuesta. Pero más incómodo estuvo el accidentado, hasta que lo llevaron como pudieron en un coche particular, que sin dudarlo un momento se ofreció hacer el Servicio que antes fuera negado. ¿En qué país vivimos?

No es lo mismo un negocio lucrativo que una Institución humanitaria, como es nuestra Cruz Roja Española. También es cierto que, por la evolución de la vida y de los pueblos, está llamada a ampliar sus posibilidades, que no sea sólo, aparte de los Servicios que hagan en la calle, incentivaran a los componentes de la misma. En dicho acuartelamiento pierden mucho tiempo que podrían emplearlo en formación, cursos de capacitación, charlas y conferencias que les sean útiles al voluntariado con nuevos conocimientos y practicas adquiridas.

Tal vez no he sabido explicarme, pienso, en un ejército de voluntarios que sepan solventar difíciles situaciones, posibles catástrofes como se sabe ocurre constantemente en todo el mundo, terremotos, volcanes en erupción, vientos huracanados, derrumbes, etc. Aquellos que hoy pertenecen a la Cruz Roja, muy pocos, casi nadie, sabría organizarse u organizar salvamentos, socorrismo y evacuaciones… Es muy amplio el abanico de posibilidades y llegado el momento, ¿sabrían esos muchachos actuar con conocimientos previos? A eso me refiero, ganar ese precioso tiempo para formarse debidamente. Un ejercito cualificado en condiciones de responder ante cualquier imprevisto serio.







Celestino González Herreros
         celestinogh@teleline.es

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