Hoy sólo quiero expresar, si lo consigo, acertadamente, mi entusiasta y más efusiva admiración, hacia nuestro gigante Teide súbitamente vestido todo el de un blanco indiscutible y halagador. Brindarle mi agrado natural cuando ya desesperados echábamos de menos nuestra teidífera nieve y la semblanza que nos contagia viéndole tan exuberante y desafiante, estático, inamovible, vigilando desde su atalaya a cada una de nuestras islas copiosamente entusiasmadas por su imagen lisonjera y a la vez severa.
Aprovechando el silencio y la quietud de la noche, amaneció distinto, como si apresuradamente se hubiera posesionado de sus galas más bellas y se vistiera todo de blanco, para que, al despertar el alba pudiera sorprendernos como cada año por estas fechas
Aquí, en Tenerife, esporádicamente oíamos decir, a través de los medios informativos, que había caído nieve en Las Palmas y
Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, me he permitido adjuntar para ilustrar debidamente la presente reseña, estas elocuentes fotos de nuestro Teide, su entorno y nuestras Cañadas teidíferas.
Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com
celestinogh@teleline.es
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