NO ES
No en vano el progreso de nuestros pueblos arrasó con tantas miserias como hubo en nuestra desdeñada sociedad, producto del mismo aislamiento a que fuimos expuestos y de la mala proyección social. Mas, lamentablemente, también arruinaron gran parte de los más preciados valores de nuestra cultura, tanto material como espiritual. Lesionaron gran parte de las grandes virtudes que nos distinguían de los demás pueblos y sus gentes. ¿Dónde están aquellos gestos de buena educación y la solidaridad que nos caracterizaba y la consideración cívica y religiosa, aquella que nos distinguía? Es normal que los de mi generación sintamos nostalgias de cuantos valores hayamos perdido con el devenir de los años y que estemos algo molestos en el medio que vivimos.
No perdamos el tiempo comparando las formas de hoy con la conducta y los razonamientos que engrandecieron el diario acontecer de nuestro pasado, que aunque con grandes limitaciones para muchos, e ingentes desconsuelos, penas y tristezas por la crueldad de aquella guerra civil y las secuelas que le sucedieron, fuimos capaces de superar tantos males. Entonces, hasta diría que éramos más humanos y solidarios con nuestros semejantes caídos en desgracia y que lo perdieron todo. Ojala no vuelvan a repetirse aquellos tristes episodios, que nuestra situación actual no vaya a conducirnos a nuevos desastres civiles y al final belicistas.
En los años que tengo de vida, nunca había conocido tanta corrupción… Y lo triste y vergonzoso es que no son los mencionados corruptos, aquellos de las bajas capas sociales, son los de arriba quienes más delinquen descaradamente y no roban pequeñas cantidades, como para llevar un par de panes a su familia. Roban grandes cantidades, exageradas, diría yo. Son aquellos elegidos para dirigir el rumbo de nuestros pueblos, elegidos democráticamente, imputados que jamás llegamos a pensar que fueran a traicionarnos arruinándonos definitivamente.
Antes no hubo libertad de expresión y no nos dábamos cuenta de lo que sucedía… Pareciera que esa ley era más práctica para ellos, así el pueblo no sabía tanto. Observemos que esa libertad de expresión, poco a poco va declinando, limitándose y que aún hoy sigue siendo un medio para controlar la privacidad de las gentes que se mueven en el mundo de la comunicación.
Dicen que no los encierran a todos de una vez, por que no hay cárceles suficientes, además hay constituidas mafias intocables difíciles de controlar. Estamos invadidos y entre ellos se esconden nuestros corruptos españoles y más hierbas, disfrazados de buenas gentes y mejores políticos, gentiles banqueros, etc., agasajados por donde caminan y complacidos como nunca. Y el pueblo llano contribuyendo como Dios les ayude y a veces con la propia vida para que otros vivan más que holgadamente.
No descuidemos la circunstancia –también llamémosle “progreso”- de que el pueblo ya sale a la calle, que ha perdido el miedo, aquel freno que tanto nos contuvo en ocasiones parecidas a las que estamos viviendo.
Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com
celestinogh@teleline.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario