ELOGIOS DE LOS NUEVOS PERFILES PORTUENSES

¿Cómo es posible que aún sufriendo la actual crisis económica no decaiga el ánimo en el ambiente de la ciudad de Puerto de la Cruz? Perdonen que sea tan reiterativo, es que hasta se palpa… Nuestro clima ayuda a percibir esas sensaciones que trato de describir, lo digo en serio, da ganas de vivir; y esa es la magia que caracteriza a tan dilecto lugar. Pero hay que recorrer sus calles, ir a sus plazas públicas, hablar con la gente, moverse en ese medio... Muchos van al popular muelle pesquero, malecón y dársena portuense donde tantas ilusiones han arribado buscando la bonanza de nuestra idiosincrásica condición étnica. Van a encontrarse con las demás gentes y platicar con ellos, dicho jocosamente, hasta la hora de la comida… Los foráneos a vernos conversar felices y a participar en nuestro jolgorio, Suelen imitarnos en lo que hagamos, frecuentan las terrazas públicas, los merenderos, y cuantos lugares de ocio tenemos para disfrute general. Las gentes suelen salir a la calle a que les de el aire y participar en ese tan elogiado ambiente cosmopolita.

Ahora que estoy más desocupado y puedo permitirme recuperar el tiempo perdido, ya jubilado, suelo ir en busca de aquellos lugares que le dieron a mi pasada juventud tantas satisfacciones y algunos desengaños, todo hay que decirlo. Volver a caminar como antes, “remoliendo” tantos lugares nostálgicos que, evidentemente, con el paso de los años, igual que yo, inevitablemente hemos cambiado. Pero de manera providencial, sucede que la magia de nuestro ambiente, lejos de morir renace, aunque con distintos perfiles. Lo viejo de nuestro Puerto de la Cruz nunca muere, sólo si, se amplia, crecen nuevas formas. Es como si al crecer su ámbito, su gente y sus naturales encantos, surgieran otros prototipos urbanos, rincones distintos, lugares también atractivos que enamoran y los vemos como una prolongación de nuestras perspectivas urbanísticas y sociales. Y, evidentemente, hay calles que despiertan en nosotros, con sus modernas reformas, nuevas sensaciones. En ocasiones me ha parecido estar transitando por otros lugares distintos, más distantes, exóticos y atractivos. Y hasta me siento importante, poseído, al poder decir que es mi Puerto de la Cruz plural en todos los aspectos y a la vez único, el mismo de siempre, aunque más lúcido y transparente. A sus artífices que no decaiga nunca ese entusiasmo que nos ha devuelto con sus nuevas estructuras la dilecta armonía e imagen de nuestra atractiva ciudad.

Celestino González Herreros

http://www.celestinogh.blogspot.com

celestinogh@teleline.es