MOLESTA E INCONTITUCIONAL CONDUCTA CÍVICA

Imagínense lo agradecido que estuve en la mañana del jueves pasado, cuando al llegar a la altura de la Plaza pública del Tejar, donde está ubicada la bonita Iglesia de Los Dolores, viendo que estaban fregándola, restregando con fuerzas y con cepillo, con bastante agua y jabón líquido y esmero insospechado. Daba gusto verlo todo tan limpio, tan aseado. Relucía como jamás la había visto en tantos años. El sol se reflejaba en el pavimento como queriendo agradecer tal pulcritud y deseos de que se viera su limpieza. Daba ganas de pisar y andar en ella, hasta estaba perfumada por el grato olor del jabón líquido. Los transeúntes, como yo, también se sentían agradecidos.

Eso fue por la mañana, a medio día ya había unas cinco personas con sus perritos para que lo volvieran a ensuciar todo, no esperaron a que se secara el piso y los bancos de piedra. En cuanto se fueron los operarios de la limpieza, como una desaforada avalancha, fueron llegando con sus papelitos en la mano. Y las meadas, ¿qué?

Otra vez los repulsivos manchones por doquiera –cultivo ideal para las pulgas y enfermedades infecto contagiosas- y las moscas contentas y el olor a orín rancio otra vez presente, olor que hace insoportable pasar por allí, es la bandera de la incultura ciudadana, de buen número de vecinos… ¡Qué lástima! Me pregunto: ¿Esto no va acabar nunca? ¿Tan insensibles son nuestras autoridades?..

Siguen sin respetar las Ordenanzas Municipales.

Ahora que tanta falta de dineros tiene nuestro Consistorio debieran aprovechar la gran tajada que sacarían multando a los persistentes infractores… Lo mismo ocurre con los coches que circulan por el lugar, los alrededores de mentada plaza, que no respetan los discos de los VADOS, los límites de velocidad señalados, paso de peatones. Las aceras llenas de coches mal aparcados, etc. Una anarquía completa y no hay quién ponga remedio a tantos desaguisados. Hay basuras acumuladas –claro, hay que asomarse para verlas, desde las oficinas es imposible- desde hace muchos años en el mismo lugar... Caminos intransitables y de obligado acceso. Las aceras, algunas dan verdadero asco.

Pienso que a las gentes se les está permitiendo muchos abusos, que “descaradamente” están cometiendo. ¿A dónde vamos a llegar? No podemos cruzarnos de brazos ni dejar pasar más tiempo. Y lo más triste es, que nuestra juventud está desarrollándose en este ambiente tan enfermizo y lamentablemente, tan descuidado y lamentable, hoy y aún más será mañana.

Celestino González Herreros

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