7/3/09

TURBULENCIAS Y DESPRECIO ANTISOCIAL DE LAS LEYES A VECES

Enfrentadas las partes en litigio, ellas mismas han debido haber hecho grandes esfuerzos para no ceder ni un solo paso atrás, en cuanto a voluntad y coraje se refiere. Se trata de dos madres luchando por la misma niña, la cual conoce más de su madre adoptiva, que de la biológica y que ahora pretende, la segunda, ser la salvadora de la futura mujer cuando sea mayor, nuestra querida “Piedad”. ¿De donde saca esa señora tantas influencias que hasta una casa le facilitaron por el sólo hecho de estar siempre compinchada con la famosa jueza que tanto daño ha causado a la familia acogerte de la Villa de La Orotava en Tenerife?, la familia que le ha dado a “Piedad” a su corta vida más cariño que nadie y le tenía asegurado su futuro…

Todo esto es incompresible. Y mientras tanto sólo pregunto: ¿Qué hacía la madre biológica por su hija después de entregarla a un Centro por no poder hacerse cargo de ella, ni darle un techo? ¿Entonces para qué se la quitó a esa familia que se lo daba todo, desde el más puro cariño hasta un futuro garantizado? Ahora mismo tiene casa, al fin lograda… ¿Y eso no es tener un techo para ofrecerle a su hija? ¿Acaso es un estorbo? ¿Qué instintos maternales son esos? En realidad, ¿Qué es lo que pretenden? ¿No se da cuenta de que están atormentando a la niña? Y la Justicia, está mirando ¿A dónde?, ¿que buscan también?

Esa señora dormía en la calle con su hija de meses de nacida, ¿pero, qué locura es esa? Y hoy sale en los periódicos como una dama respetable, envanecida, aunque un tanto nerviosa y escurridiza, a pesar de que el gobierno y los respetables de nuestra Justicia la consideren tanto con tal de ganarle la partida a la madre adoptiva de “Piedad”, así descaradamente.

¡Mañana Dios dirá! Se acabarán los plazos, ni casa ni colegio, nada de nada, como siempre ocurre. Otros aires soplarán, el resplandor de la Justicia inundará nuestros corazones y las partes en litigio hallarán la paz y el sosiego necesario para seguir viviendo amparados por la razón y la ayuda de Dios.

Siempre he pensado que este caso es un modelo obsesivo, es lo que bien se podría llamar: Un ajuste de cuentas sentimentales. Odios personales que han ido creciendo desaforadamente, por la otra parte, mal aconsejados. Pero lo triste de todo esto es que sea la jueza… parte escénica del reparto literal y mediador, entorpecedora de las mismas voluntades, todo lo contrario que la justicia aconseja. Arte y parte importante hasta ver a Soledad Perera completamente derrotada. Y eso no va a suceder nunca. Este caso de la atribulada niña “Piedad” ha sentado un gran precedente –hasta en San Juan de Puerto Rico- se conocen la historia de esta pobre niña y se manifiestan contra la Justicia española, que no es responsable en absoluto, que hayan desgraciadas sombras en su respetables Instituciones Jurídicas.

La Justicia es de todos los españoles, debiera ser respetada, también por sus representantes más directos, pero como vemos, no es así. ¿Porqué comprometerla con decisiones personales que desagradan tanto y a veces sueles provocar la ira, que compromete y dañan la normal convivencia social, sin razón alguna?

¿Quieren que sea sincero? No soy capaz, y perdonen la comparación, de adoptar ni un gato, aunque me juren y perjuren que estaré amparado por nuestra justicia. Y si vienen como aves de rapiña y me lo quitan, argumentando lo que se les antoje y para más inri desoigan informes profesionales, recomendaciones clínicas, jurídicas, etc. Al diablo, ni gatos, ni niños, ni nada. No creo en las garantías constitucionales hasta cuando la misma justicia las respete. Mientras no haya palabras serias y conceptos legales respetados.

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