6/4/13

NORTE DE TENERIFE DESTINO TURISTICO SEGURO





Los telediarios cuando cubren el espacio del tiempo, dan pena ver y oír cómo está toda España. Ríos desbordados, campos anegados, los pueblos inundados, etc. Luego también señalan a nuestras Islas Canarias, pero sin imágenes lamentables, sólo cuando no podemos negarlas, como son los devastadores incendios, alguna vez fuertes vientos, lluvias copiosas y algún siniestro más cuando dan lugar. Y siempre decimos: ¡Si tuviéramos, aunque sea sólo un río! Mejor nos quedamos con nuestro cielo, este Sol nuestro, los suaves vientos alisios y muchas excelencias por mencionar. Cuando en TV dicen: ¡Fuertes lluvias en Canarias! Olvidan que nuestra región es extensa y en el norte de Tenerife, por ejemplo, no nos enteramos si está lloviendo en algún lugar del Archipiélago; si miramos a diestra o siniestra, sólo vemos sol y el grato ambiente de nuestros pueblos, villas y ciudades, las gentes paseando sin prisas y livianas de ropas, buscando el frescor de nuestras brisas; y siempre sonrientes. ¿Qué más podemos pedir? Ríos no, ni pantanos, la suficiente agua para atender las necesidades del campo, el riego de plazas y jardines. Agua para limpiar el asfalto de las calles y aceras; para llenar las múltiples piscinas particulares y las de los complejos turísticos. El gran Pico del Teide, que como una mágica esponja natural surte los acuíferos de nuestra isla y es en Tenerife donde más se lavan la cara y el resto del cuerpo, diariamente, como necesidad higiénica  y por ende obligatoria. No hay excusas que valgan.


Cuando llueve en las Islas Canarias lo agradecemos considerablemente. Me recuerdan estas repentinas lluvias a la Caracas de mis años mozos, cuando llovía parecía que el mundo se nos venía encima, que se iba a inundar todo y al momento otra vez salía el Sol. El agua estancada en las calles, por ejemplo, se evaporaba, se veía el humo ascender desde el asfalto y al poco tiempo todo estaba seco otra vez. Si salíamos con mucha ropa encima, teníamos que quitárnosla otra vez. Lo práctico era salir livianito y si llovía súbitamente, el periódico o lo que tuviera a mano hacía de paraguas, o cualquier trozo de cartón. Los animales callejeros se guarecían bajo los coches estacionados.

La climatología es distinta, según el sitio y el país donde se viva. Aquí, en nuestras islas es ideal, por eso el norte de Tenerife es el lugar idóneo que garantiza la elección inteligente propia para disfrutar unas vacaciones óptimas en todos los sentidos de la palabra. El mejor sitio donde arribar la barca de sus ilusiones… Lo evidencia la circunstancia de que muchos de nuestros visitantes dicen que la próxima vez vuelven a Tenerife. Aquí hay mucho que ver, hay paisajes insólitos, nuestro clima es único y las gentes maravillosas y solidarias en todos los sentidos.

Las gentes de nuestras Islas Canarias siempre fueron emigrantes y hemos aprendido a valorar los gestos generosos de tantas personas del mundo entero, hemos aprendido lo que es luchar en soledad y a vivir, relativamente, en la abundancia. Somos como el hierro forjado por manos comprensivas y laboriosas. Somos así desde siempre y por esa misma razón sabemos ganarnos la confianza de nuestros visitantes y nos recuerdan con cierta nostalgia cuando se hallan lejos de nosotros. Por eso digo, Tenerife y el resto de nuestras islas son el destino más serio y agradable entre todos los demás destinos turísticos.


Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com
Celestinogh@teleline.es




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