31/3/10

VOLVER A VIVIR EL PASADO ES POSIBLE

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Nada hay más grato que refugiarnos en el mundo de los recuerdos, llegamos a aislarnos de tal manera, que olvidamos cuanto gira a nuestro alrededor. Cerramos los ojos para apartarnos de la realidad, para entregarnos, en cuerpo y alma, al éxtasis de la contemplación de aquellas vivencias perpetuadas en el corazón y en la mente: el recuerdo de un pasado que no dejamos morir. Nada es, como caminar en dirección retrospectiva, para hallar las cosas y personas que se nos fueron para siempre. Ir por las calles de nuestros pueblos y poder detener el paso, para contemplar los rincones amados que nos sirvieron de escenario sentimental; y poder escuchar la voz amada y su risa, ver su andar familiar y beber su cálido aliento otra vez, aunque hayan pasado muchos años... Jugar en las plazas públicas con la muchachada, volver a sentirnos pequeños, cuando la mente se nos nublaba al querer descifrar los pequeños problemas que pudieran turbar nuestra inocencia en el difícil aprendizaje... La incógnita de la vida, cuando nos damos cuenta que vamos haciéndonos mayorcitos. La primera mirada que nos cautivó. Las primeras lágrimas y el extraño sentimiento de la responsabilidad, los primero suspiros de la juventud. Las caricias y la entrega abnegada de nuestra añorada madre; y el cariño del padre.

Siempre habrá algo grato que evocar mañana. Nada es más grato que refugiarnos en nosotros mismo y no dejar que se escapen las meditaciones que traen esas queridas vivencias, para poder vivirlas nuevamente y volcar en ellas todo el cariño y el calor humano que las inspiran. Aunque seamos viejos, mañana tendremos ocasión o esta misma noche, en cualquier instante, de repetir los ratos felices que disfrutamos ayer, con la misma intensidad...

Todo cabe en la mente, todo cuanto anida nuestro corazón, y con ello, somos dueños de nuestros propios deseos “volver a vivir” es posible, aquello que nos dio tanta felicidad. O puede ser que suframos al recordar, los ratos amargos. Pero, también, al llorar por aquello que nos hizo llorar, puede ser motivo para encontrarnos con la realidad y acabemos aprendiendo a vivir con los sufrimientos, hermanándonos con ellos, como un producto del mismo destino y podamos desviarnos hacia el comienzo, para volver a vivir todos los ratos buenos y poder, si no mitigar del todo nuestros desconsuelos, si participar de lo único grato que nos quede, los recuerdos alentadores de tantas horas ilusionadas que vivimos antes... Sólo se trata de elegir el momento o aceptar el que la Providencia nos depare. De la vida lo mejor es recordar, eso ayuda a seguir luchando por ella. El futuro es la incógnita... Se puede, con el presente, hacer mucho para complacer al espíritu. Cerrar los ojos es suficiente, para ver aparecer esas quiméricas vivencias y participar de ellas como en los mejores momentos. Oímos las voces amadas, escuchamos sus pasos y aquella musiquita preferida que tantas veces despertó sensaciones nuevas... La dulce sinfonía que orquestaban las brisas al pasar, perfumadas de idílicos aromas que nos embriagaban. Cuando caía la lluvia y nos acampábamos donde primero halláramos, para estar más juntos, mirándonos con ternura a los ojos, casi conteniendo el aliento, cuando nos “pretendíamos”. Toda una vida, dispuesta para que podamos repetirla nuevamente, a través de los recuerdos. Nos sentimos arropados y tiernamente acompañados, reviviendo aquel pasado que atesora toda la ternura y el amor que una vez Dios nos permitió disfrutar y que se nos va de las manos para siempre, que aunque lo haya atrapado el corazón para perpetuar su permanencia sentimental, también respetamos la soledad cuando no podemos compartirla...

Uno se siente poseído en la paz de los recuerdos, vagando con ellos quedamos enfrascados en sus hechizos: el éxtasis de la contemplación. Nada detiene al deseo del reencuentro, cerrando los ojos vemos los pasillos del templo de la ilusión, cual si fueran caminos que se abren hacia la otra dimensión... Hoy todo es distinto, somos más pobres y el deterioro acusado nos delata, es la evidencia, el paso del tiempo. En nuestros ensueños no pasa el tiempo, está en ellos detenido para siempre, con la misma ilusión de aquellos “episodios” tan distantes hoy y a la par cerca, a través de la evocación. Se detuvieron en la memoria y en el corazón, para inmortalizarse. No hay voluntad ajena capaz de destronarlos, son nuestros para siempre, mientras Dios nos permita que dure esta corta permanencia nuestra.

Anoche, mientras reposaban mis sienes sobre la almohada, no pude conciliar el sueño, todo el tiempo estuve galopando en aras de mi añorada juventud; y vi amanecer, aún soñando. Nada hay más bello y grato que airear los recuerdos y cabalgar con ellos a través de la oscuridad y el silencio de la noche. Unas veces, despertamos de esas fantasías con una sonrisa en los labios. Otras veces, nos damos cuenta que hemos llorado durante el letargo del sueño, y despertamos apesarados y tristes. Anoche fue distinto...
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Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com

YO VI NACER UNA AURORA Y MORIR UN PASADO...

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Tengo miedo del encuentro, a veces, con el pasado que en mi memoria siento aparecer alimentado con los recuerdos... Son las viejas vivencias que incesantemente vienen buscándome y se adueñan de mí, poseyéndome deliberadamente. Veo pasar la alegre caravana ante mis cansados ojos como fuera ayer, las viejas cosas, los callados rincones del pueblo, aquella gente de antes pausadamente caminando, sin la loca prisa que se vive hoy y más seguros, por los caminos obligados. A mi mente acude la grata visión de mi familia, de todos los jóvenes ilusionados, viviendo los difíciles momentos de la época, pero unidos siempre compartiéndonos la suerte de entonces y, ¡salimos adelante! Era un muchacho y me daba cuenta de todo, adivinaba los trágicos momentos que muchas familias vivían y estaba presente en el dolor ajeno, no podía eludirlo y lo más hermoso que recuerdo de la gente de entonces es la solidaridad que a todos nos mantuvo unidos. Luego los tiempos fueron cambiando, fuimos recuperando la fe que iba despertando la confianza en un futuro más pasadero; los muchachos fuimos creciendo y aprendimos a soñar despiertos... Retornan los gestos y travesuras de los amigos, mis grandes amigos, los ingenuos de antes, los torpes e ilusorios muchachos de ayer, con más corazón que maldad, con tanta ilusión cuyas ansias desbordaban como el llanto del niño que está harto de la cuna y quiere trasponer los umbrales del inmenso espacio de la constante transformación de la nueva vida... Aires nuevos... Y esta expresión me recuerda aquella edad mía, cuando no sabía diferenciar entre el dolor de los demás y las satisfacciones de las alegranzas mías, cuando buscaba en cada rincón de mi existencia un motivo acrisolado, algo que llenara ese vacío emocional de las supuestas realidades, cómplices de nuestra existencia, tal vez nobles testigos de los afanes desperdigados buscando orillas demarcadas en el borde abismático de la misma soledad... "Yo vi. nacer una aurora una vez”... le vi aparecer tan sumisa y risueña, era como una diosa desnuda, clarividente, sin expresión alguna, pero irradiaba tal cantidad de ternura que dudé unos instantes, o yo moría con tanta dulzura, o quizás, tal vez si, yo no merecía el honor de tales visiones que en mí desbordaron abundantemente, como una cosa normal que se desparrama y se expande buscando un cause ilusionado a través del tiempo, una brecha esperanzada de luz y de amor... Yo, sinceramente, pienso que sufrí un extasiado momento de alucinación, yo vi nacer un nuevo día que me decía cosas bellas y promesas alucinantes, le dieron a mi vida tanto apoyo que yo pienso más en esos instantes que en mi propio y actual sino... Sigo mirando al Cielo, me abandono en mis recovecos poéticos a veces, frecuentemente, me escondo posiblemente y no dejo vestigios delatores de donde estoy recluido, huyendo de la incomprensión anárquica del hombre de hoy, que equivocadamente va sin contención alguna hacia un fracaso seguro ...

Yo vi morirse aquel añorado pasado con la influencia del tiempo que iba pasando, las cosas bellas, todos los encantos de una difícil época fueron tornándose sobrios y tristes, sus fulgores fueron apagándose y en un sombrío túnel fuimos adentrándonos y así expiraron tantos valores humanos que hoy estamos reclamando. Le vi alejarse por ese cause como un soplo incontenible que se ahogaba, como el llanto amargo de un cruel desengaño... El hombre y su progreso le habían traicionado, la ambición incontrolada deshumanizó a la humanidad... sin previo alguno hemos sido testigos de la suerte más corrupta que jamás hayamos pensado.

Tengo miedo que vuelva aparecer en mi mente ese nostálgico pasado que no quiere morir, que está latente. Tengo miedo del encuentro, por que en el se asoman motivaciones tan humanas que sería imposible vivir sin ellas Sería como contradecir las propias fuerzas naturales, sin pensar antes en nuestro pueblos que cambian de fisonomía, de ideales...


Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com

LA MENTE POR LOS OSCUROS SENDEROS...

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Qué lentos son los pasos de mi regreso, que no me ayudan. Y cómo ha cambiado todo desde el día aquel. Como si yo fuera el muerto que muere otra vez, así me siento... Como si ya hubiera olvidado el corto camino, el único atajo de ilusionada distancia que me llevara siempre hacia ella, como si hubiera envejecido también mi alma. ¡Qué lentos siento hoy mis cansados pasos, qué larga se me ha hecho la noche! ¡Y qué corto mi sueño!.. Ya no sueño más si quiero, no hay caminos en mi subconsciente y me hiere el silencio de tantas soledades... Aunque quisiera no sueño, estoy medio muerto.

Se me va la mente por ocultos senderos buscando el elixir de la compañía alejada, ah tiempo. Mis sentidos amordazados no reaccionan como fuera antes, las cosas bellas de la vida las veo, si, deslumbrar en mi agonía, pero no son mías, las veo y sólo con mi apagada mirada las acaricio; como si pasara de largo por viejos caminos que antaño recorriera, pero que ya no me pertenecen; y me obligara el desconsuelo del abandono a no poder quedarme para vivirlo todo como antes, más aún, como nunca lo habré vivido... La vida es todo cuanto nos rodea, es la gente, la tierra, el mar y el cielo.

Mientras vivimos estamos de paso, es corta la permanencia, pero sin embargo los encantos que nunca valoramos, las cosas pequeñas, las cosas que llaman... Esas no se nos van, están ahí perennemente. Las sutilezas que tanto despreciamos, son como las simientes para el alma, de ellas nace el verdadero amor, la verdadera grandeza y otras tantas manifestaciones que culminaron desde ese sentimiento sublime y embrionario, como el mismo hombre...

Cuánto diera, si pudiera, que ya nada tengo material, por oír las voces amigas, de los seres queridos. Por besar una sola violeta, por llorar entre sus manos el llanto de mí silencio apasionado.

Sólo si su recuerdo me llama estaré vivo; y mientras su plegaria dure estaré con ella, y si se "alejara" como yo me fui, estaremos juntos. Ya no importa el olvido... Ella estará conmigo y entonces no habrán silencios sepulcrales ni llantos ocultos, habrá un nuevo amanecer para los dos con aires perfumados de aromas de nuestros campos y habrá muchas violetas teidíferas, habrá un canto angelical para nuestro amor que nos unirá más, eternamente, y su voz será mi voz, y su alma y la mía será una sola y en torno a nosotros tendremos siempre todo aquello que hayamos perdido...

¿Saben?, volveremos de nuevo a rehacer nuestras vidas, y nos diremos muchas veces: ¡Te quiero!, cuantas veces lo deseemos, y reirá conmigo... Pero nunca más llorará, porque entonces estaremos juntos, quién sabe donde, ni cómo, en aquel lugar prometido... Aquel lugar soñado...

Veremos pasar el tiempo sin importarnos su frecuencia ni las prisas que lleve, ni cómo se lleva tantas ilusiones, tantas vidas que apenas han comenzado a liberarse. En un brusco arrebato suyo, como si eso fuera justo, a uno tras otro, sin consideración alguna, deliberadamente, nos llevará a todos. Pero estaremos juntos, sin soltarnos las manos, para siempre juntos.

Así será, indudablemente. Dos personas que hoy se quieren, que se quieren de verdad, siempre estarán juntos, ahora y después... Dios nos tiene reservado un rinconcito para seguir amándonos, es un lugar discreto cuyos generosos perfiles, abundan en confort, en tamaño... Hay mar y hermosas playas. Hay campos de exuberante bellezas, como eran antes nuestros campos, más bellos aún. Hay música celestial que nos recordará ciertos pasajes de nuestras vidas. Y el aroma de las flores; y habrá caricias de suaves brisas que avivarán aquellos recuerdos nuestros, cuando compartíamos juntos tantas delicias...

Mi mente, por los ocultos senderos, a veces vaga ilusionada pensando en ella.



Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com

CARICATURA POLÍTICA DEL MOMENTO

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En ningún momento he querido mal decir, ni de unos, ni de los otros; los otros son aquellos que nos precedieron y que ya son historia, en el tiempo. Cuando nombro a nuestros políticos y sus colaboradores más directos, lo hago desde la óptica democrática que me asiste. Ante todo, por convicción antepongo el respeto que ambos se merecen, aunque no hayan sido generosos con quienes no compartieron sus ideas políticas. Que alguna vez insinuase y hasta lo afirmase, que también merecemos el mismo respeto, es cuestión de honor. No sé si es porque así me educaron. Ser consecuente de mis actos y respetar las instituciones públicas y privadas, es mi estilo. También defender mis derechos constitucionales y jamás llegar al conformismo servil impuesto sin justicia.
Antiguamente un Alcalde era de todos, o así se daban a entender… es decir, no había tanto extremismo, había partidos opositores a su gestión, eso sí. Pero marchaban a su paso. ¿Represión?.. Yo era muy niño entonces, para entender esas lucha oficialista. La historia la cuentan de diferentes formas. No olvidemos la injusta guerra civil española, cuyas negras páginas son motivo de afrenta colectiva. Aún hoy quedan rescoldos y recelos de aquella barbarie. Miremos al norte de nuestra brújula nacional…
Aún hoy, el Alcalde está luchando o defendiéndose de los continuos ataques “partidistas” que le acosan. Son dos o más frentes que chocan por combatir la iniciativa del oponente, sin dejarle respiro, ni analizar si es bueno o malo para el pueblo lo que se piensa realizar. Así no se puede gobernar bien, ni enrumbar los destinos de los ciudadanos. Y la mayoría de los Gobiernos locales (¿?) fueron así de despiadados.
Si ustedes quieren ver una cara donde se refleje el agotamiento, el desengaño y el desconsuelo,.. vean la cara de su Alcalde (en la época que fuere). Aunque le sonría al saludarle. Están muy estresados con tanto “barullo”. ¿Acaso pueden ejercer su alta responsabilidad, así visto, bien por unos y pésimamente por los demás? Lo triste es que aunque lo hagan bien, le castigan sin piedad alguna. Desde que tengo uso de razón, los Alcaldes que he ido conociendo en mi querida ciudad de Puerto de la Cruz, de todos, por una razón u otra, guardo algún buen recuerdo, sin haberles pedido favor alguno. He visto en ellos deseos nobles de hacer lo mejor por nosotros, los portuenses. Debe ser que a algunos las cuentas no le salieron bien. Y pese a las adversas condiciones burocráticas que nos ha tocado vivir, nos hemos aguantado en pie, ilusionados siempre por “vientos mejores” que aclaren la atmósfera que nos envuelve. Ahora de nada sirven los lamentos.
Cuando llegue el momento de ir a las urnas, dudo que sigan pensando igual. Cada cual está en el derecho de manifestarse libremente. De momento a esperar y a respetarse de “parte y parte”, que es una bonita forma de darse a conocer.


Celestino González Herreros
http://www.celestino gh.blogspot.com

29/3/10

¿QUÉ TIENES EN LA MIRADA?

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Hoy la multitud callada
presencia tu tranquilo andar
viéndote de largo pasar
ocultando la mirada.

Tus lágrimas y el rocío
de la noche se confunden
y en silencio se funden
con el calor del estío.

¡Oh, dulce claro de Luna,
fulgor claro y divino
que has de orientar mi camino!
¡Como tu luz no habrá ninguna!

En la noche se oye el clamor
de plegarias liberadas
cual espinas arrancadas
del naciente de nuestro amor.

Qué sensación tan extraña
este silencio sacramental
que me pone sentimental
cuando tu luz me acompaña.

Qué profunda es tu mirada
cuando desvelas tu soledad
que irradia infinita bondad.
¡Cuántas penas superadas!

Cuando sales del Santuario,
cuando asomas, resplandeces
y a los lirios embelleces.
La luz seda tu calvario.

Gran Poder de Dios, ya vuelves
por los portuenses rincones
ganando los corazones.
¿Descansas si te detienes?

Viéndote aparecer siento
tal vergüenza y desatino
por ignorar mi destino
hasta este crucial momento.

He visto sonreír los lirios
y callar mi propio llanto;
he vivido ese encanto
viendo la luz de tus cirios.

Gran Poder de Dios, descansa,
detén tu triste mirada
en las familias destrozadas
y escucha sus alabanzas.

Dale tregua al sufrimiento
y que vean en ti consuelo,
borra en ellos tanto duelo
y devuélveles el aliento.

¡Lúcido claro de luna,
fulgor limpio y divino,
indícanos el camino
desde tu excelsa tribuna!

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Celestino González Herreros
http://www,celestinogh.blogspot.com

HAY INTERESANTES PROYECTOS APARCADOS EN PUERTO DE LA CRUZ

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La diversidad de opiniones respecto a los asuntos prioritarios de un complejo comunitario y hasta de un amplio núcleo social, se presta a la discordia y al descontento de un considerable sector de esa sociedad, que entre otras cosas, tratan de estudiar la forma de contentar a todos sus feligreses de igual forma, si fuera posible. Pero si no hay consenso, los proyectos o las aspiraciones en conflicto, con el tiempo se demoran innecesariamente y el conjunto, ya generalizado, pierde…

En Puerto de la Cruz, desde hace algún tiempo, hay interesantes Proyectos aparcados por falta de consideración política, desprecio a los ciudadanos que se ven obligados a resignarse hasta que despierten las conciencias de aquellos que entorpecen las verdaderas ambiciones ciudadanas con sus posturas rencorosas. No se trata de otra cosa que de “rencor” y ganas de fastidiar… ¿Para eso va uno a la Urnas a depositar el Voto ilusionado por el progreso de su pueblo, villa o ciudad? Luego no hablemos de las “coaliciones” y las discutibles “censuras”, a veces, verdaderas puñaladas traperas. ¿Con qué cara nos miramos luego? ¿Con el rabo entre las piernas y calladitos?.. Hacen lo que se les antoja. ¿No se dan cuenta de que somos mayorcitos y que hay cosa que por narices no estamos dispuestos a compartir?

Ya la misión nuestra, me refiero a nosotros, los adultos, los que tanto hemos dado, los que hemos aprendido con las mejores y buenas notas, las acostumbradas lecciones políticas que la vida de Tenerife nos ha enseñado; y con duros y despiadados golpes recibidos, a que conozcamos muchos y sobrados desengaños políticos. Los ciudadanos portuenses hemos tenido que aprender a no doblegarnos ante promesas que ni saben si podrán cumplir. Gracias por las buenas intenciones. Promesas que suelen ofrecer a cambio del codiciado voto electoral.
Hagamos memoria, cuántos políticos han fracasado en todo intento por cumplir aquello que prometieron y que no siempre se puede cumplir, sea por distintas circunstancias, políticas, económicas, etc. Otros se han arruinado dando más de lo que han podido, aunque sean los menos. Como dijo aquel: a rey muerto, rey puesto y “pa” lante. Siempre corriendo el mismo riesgo, bien por falta de medios, de ayuda… Y de simpatías, lamentablemente, pues hasta esas tenemos, cualidades indispensables, para muchos, que decididamente entran también en juego.
Mientras tanto los pueblos se hunden, el paro aumenta -evidentemente- y la desconfianza en los políticos crece. No hay otra ni mejor explicación. Y lo digo como una pertinaz anécdota que nos asedia, que se repite y extiende por doquiera.

¡Cuánto daríamos los portuenses por ver resurgir a Puerto de la Cruz, que sus ediles se preocupen, aunque sea “un poquitito más”, antes que nada, de revivirle! Para ello es necesario que todas las fuerzas políticas se conciensen y lleguen a unirse dignamente, pensando ante todo en el porvenir de nuestras futuras generaciones, pero que no olviden a la juventud actual, y hombres y mujeres de todas las edades, indefensos como los más jóvenes, todos con serios problemas y múltiples compromisos familiares que les resulta dificilísimo resolver. Algunos llevan largo tiempo en el paro y sin cobrar ayuda alguna, sin esperanzas. Soportando al fantasma de las hipotecas y la mano ávida de los Bancos dispuestos a quedarse con todo… Familias destrozadas, desengañadas. Ya hay hasta miedo en la calle. El hambre es muy fea y el frío…

Es lo más preocupante, actualmente y lo más peligroso. Es cuestión de abordar ese problema cuanto antes y ello no lo van a conseguir nuestros respetables si no se bajan del burro y se sientan a dialogar responsablemente, No lo tomen a la coña, la cosa está que arde… Es posible que no se hayan dado cuenta.

Esa diversidad de opiniones entre tantos partidos políticos, ha ocasionado el espantoso problema de la situación que estamos viviendo. Cada cual se cree con el derecho de regir los destinos de sus propios pasos, sin pensar, realmente, en la suerte de sus sufridos vecinos, cada vez más pobres e indefensos. Que suban los impuestos, si eso va a beneficiarnos, pero antes estudien con esa sagaz inteligencia que algunos mal presumen, con conciencia humana, el gran problema en sí. A los pobres no se les puede pedir más y los pobres son los que componen el mayor índice de nuestros desfavorecidos conciudadanos. Pobres por que cada vez nos empobrecen más, tal vez sin mala fe. Pero sí con la peor mala l…. Uvas tienen, pero no maduras…
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Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com

28/3/10

LAS MIRADAS SON A VECES LA EXPRESIÓN DEL ALMA

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Si la música es un instrumento del alma, las miradas son a veces, el reflejo de la misma. A través de la mirada podemos posesionarnos y nos pueden poseer, aunque fuera accidentalmente, aquello que llevamos guardado celosamente en lo más íntimo. Como si los ojos también hablaran y hasta nos suplicaran, cuando nos miran con ternura. Es el habitual caso de los enamorados, por ejemplo, que se hablan sin palabras y se dicen hasta lo más profundo, cuando se aman de verdad.

El odio y el rencor es otra cosa, otra forma de comunicarnos ese fuego que quema por dentro. La intriga, la desconfianza, el resentimiento, el miedo… Son formas diferentes de mirarnos y por ende de decirnos lo que pensamos. Una mirada puede transmitir el mutuo acuerdo, la comprensión y la aceptación de aquello que nos ofrecen y transmitirnos confianza. Su transparencia nos tranquiliza.

Las palabras huelga también a veces, lejos de ayudar a entendernos, podrían confundirnos, estar a expensas de la mala interpretación que se les de; y cuando sobran dejan un vacío molesto: generan incomprensión, hastío. Son capaces de romper el idílico momento de la entrega amorosa, interrumpen la somnolencia de aquellas miradas que se encontrasen en el silencio mismo de la intimidad…
Si alguna vez consuelan, las palabras nunca dirán más que las miradas en las que buscamos la atracción posesiva del verdadero amor.

A solas, mirando insistentemente al mar, siempre he buscado en su imagen serena y a veces turbulenta, en sus aguas transparentes y, según el momento, mar de fondo, revuelta, en esa plenitud e inmensa magnitud, las bellezas que deben estarnos ocultarnos en sus complejas profundidades, su mundo flotante de bellezas incalculables y secretos incontables… Me gusta acariciarla cuando las olas vienen a morir en mis pies y se desparrama su abundante liquidez al llegar, jadeante y arrastrándose, ya sin fuerzas, lamiendo las negras arenas que la absorben cómplices de sus húmedas caricias.

Muchas horas he obsequiado a la mar, sólo contemplándola y queriendo hallar algún desquició, alguna señal sobrenatural que me transmitiera el significado de su silencio cuando está tranquila, cuando las estrellas en ella se reflejan y riela la luz de sus generosos destellos…
Le he hablado a la mar, le he contado cosas mías muy íntimas que a nadie he referido. He esperado pacientemente, por si oyera algún eco suyo.
Mirando al mar he soñado los sueños más dulces y gratos que haya soñado, desde la orilla más próxima, hasta perderme mar adentro y llegar como mis sueños al otro lado de la vida, donde el alma no duerme ni el corazón, que aunque dejara de latir iba a seguir amando y la mente soñando…

Sin palabras, sin proferir el menor de los lamentos, sólo viéndonos en su inmensidad reflejados nuestros íntimos deseos meciéndose juntos, como si naufragáramos, yéndonos a la deriva hasta hallar el puerto apetecido…
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Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com