6/10/12


NO NOS CANSEMOS DE BUSCAR EN EL PAJAR

El recorrido en coche que me vi obligado hacer, de ocho a nueve de la noche, fue tortuoso y lo más doloroso para mí, llevar a un matrimonio de Alemania que hablan algo de español, para oírles protestar por lo oscura que está nuestra ciudad turística por las noches. No se veía ni las gentes cruzando las calles a pasar de las luces de mi coche. Ni sabías si ibas a rozar algún vehículo que estuviera aparcado. ¡Asombroso!, dentro de la ciudad, a unos metros de distancia, no conocías a las personas que venían de frente. Tuve que aguantar las burlas de mis amigos los turistas alemanes que al mismo tiempo no salían de su asombro. Eso es ahora –decían ellos- en otras ocasiones, cuando hemos venido de vacaciones, no ha sido así. ¿También están recortando la intensidad de la luz eléctrica?

Desde la parte alta del Puerto de la Cruz, no se veían ni las casas, como si una nube gris se hubiera posado sobre el pueblo. Verdad, así no podemos seguir. Ya, no hace mucho tiempo, escribí algo sobre el particular, como suelo hacerlo, suplicando una respuesta satisfactoria. Pero no se dignan exponiendo las razones precisas, sólo el silencio por respuesta. Más de una vez he pensado que será que no saben expresarse o no tienen educación. Da igual para ellos, pero para mí no. Lo mejor es no promocionar nuestra ciudad a los turistas, que los visitantes saquen sus propias conclusiones; y que cuando regresen a sus respectivos países de origen, sean comprensivos y no cuenten nuestros defectos, como si lo harán otros, poniéndonos como ineptos para llevar a buen término nuestro negocio del turismo, la única fuente de trabajo de que nos valemos hoy; y que si no saben explotar dicha fuente de trabajo, que se dediquen a otra cosa. ¿Qué quieren que les diga?

Nos desplazamos a distintos lugares de la ciudad a ver si había más luz eléctrica, pero nada, hasta que decidimos salir del coche y comenzamos a caminar, medio a oscuras, claro está y nos fuimos a una terraza y con unas cañas de cerveza nos tranquilizamos. No hay derecho a esto. La verdad es que lo pasé peor que los turistas. ¡Qué vergüenza!

Ya dije en una ocasión, que  una ciudad a oscura es una ciudad muerta. Mas, seguiré repitiéndolo, pésele a quien le pese. Seguiré recordándolo mientras nos obliguen a vivir en penumbras, en tinieblas. ¿Acaso es por aquello de la crisis? Me parece que se está extrapolando mucho el asunto… ¿Dónde van a parar nuestros impuestos? Tampoco lo sabemos.

Aquí nadie sabe nada de nada, como diría un sabio que ya no está entre nosotros: “Para conseguir un político honrado es como buscar una aguja en un pajar, pero si lo hallas cuídalo mucho, por que ya hay muy pocos de los buenos”. Verdaderamente, es que estas últimas palabras consuelan, no nos cansemos de buscar en el pajar, que no hay mal que dure cien años ni ser que lo resista.
Esperemos a que se prendan los luceros del alba y luego mostremos los encantos de nuestra querida ciudad.



Celestino González Herreros
         celestinogh@teleline.es

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