30/4/11

CUANDO SE VA UNA MADRE

.



Cuando paso por tu calle,
la ventana siempre miro.
Y la vista no retiro
por si acaso te halle...

Cuando me voy alejando,
en mi silencio te llevo,
mirando arriba de nuevo
por si estuvieras llamando.

Y te asomes, madre mía,
en mi mundo de soledades,
a pesar de la lejanía.
Me duele mucho no poder
entre mis brazos tenerte.
¡Ay, cuánto daría por verte!

Son mis noches tan negras
cuando no puedo traerte...
¡Y cómo pude perderte!
Que, aunque no te llorara,
todo lo que yo debiera,
siento que por ti muriera.

Cuando más falta me haces,
cuando me siento más solo
y necesito consuelo.
¡Necesito me abraces!

Si le rezo a la Virgen
o cuando hablo con ella,
le digo, que fuiste tan bella...
En las sombras de la noche
me consuela tu recuerdo
y entre sollozos me duermo.



Y al despertar la aurora
te rezo, madre, cada día.
Le pido a la Virgen María
que te ampare cada hora.

Que no hay en este mundo
cosa más grande y más pura.
¡Ni hay dolor más profundo!
Cuando se va una madre,
se nos quebranta la alegría
y la lloramos noche y día.

*****

Celestino González Herreros
http://www.celestinogh.blogspot.com
celestinogh@teleline.es

No hay comentarios: