.
Casi generalizando, tengo la intuición de no estar equivocado, al entender a grosso modo, aparte del tiempo perdido, la caótica situación en que vivimos, aunque muchas veces quisiéramos ignorarlo. Es justo y digno, reconocer del empresariado y los trabajadores, el valor y la “sabiduría” de saber resistir el fuerte temporal que hemos sufrido en los últimos tiempos y en nuestras débiles economías... Con tantos “bandazos...” y empujones recibidos, en mares encrespadas como las nuestras. Rodeados por todas partes, como islas indefensas que tienen que resistirse a tantos golpes de infortunio que no nos doblegan a pesar de la furia con qué arremeten. Las Empresas, tanto mayores como medianas y pequeñas, muchas de ellas, han tenido que cerrar sus puertas, cesando así la actividad laboral que incrementa los alarmantes índices de paro en Canarias; precisamente, por nuestra indefensión, peculiaridades y, obviamente, por nuestras difíciles condiciones en ese aislamiento y la competitividad que sufrimos en todos los niveles económicos y sociales, que son archí conocidos...
A veces, parece como si quisiera estabilizarse la situación, pero sólo son amagos ilusorios que engañosamente quieren devolvernos la tranquilidad a la clase empresarial y obrera, que, como ya he dicho, no pierden las esperanzas de ver sus sacrificios compensados, siquiera, con el fruto merecido; y podamos celebrarlo de alguna manera.
Mientras tanto, impera la desesperación viendo pasar el tiempo, teniendo que satisfacer las cargas y hasta el embargo y sin expectativas de logros realmente alentadores. Esas lucecitas que nos parecen ver en el movedizo espacio de la lejana contemplación de la esperanza, son efectos del espejismo social en que vivimos. Nos consuela creer que vamos a mejorar en breve tiempo, no sólo por lo que se nos dice desde las altas esferas políticas, sino que nuestra fiebre elevadísima del deseo nos da con su implacable calor, las extrañas fuerzas que necesitamos para poder equilibrar la paciencia. Mientras esperamos, en tanto continuamos esforzándonos, sin perder los ánimos. Mas, insistimos, que a cambio, ellos también se esfuercen, como gobernantes que son de los destinos de nuestros sufridos pueblos, en aras de la paz económica y social, como nos han prometido siempre, antes de celebrarse los obligados comicios electorales. Que no deleguen en otros sus verdaderas obligaciones, y que escuchen con más sensibilidad nuestras justas pretensiones: vivir mejor y que el precio no sea tan alto.
La Oposición también está obligada a contribuir positivamente en todos los esfuerzos que hagan sus oponentes políticos. ¿Creen que así van a llegar alguna parte en favor del sufrido pueblo? Si, sufrido pueblo que ve desmoronarse todos sus esfuerzos, hundirse las Empresas una tras otra, crecer el número de desempleados, la quiebra de tantos pequeños y medianos negocios… Existe pánico en las Industrias, los capitales emigran, hay desconfianza… ¿Pero es sólo culpa del Gobierno tal descalabro? La misma culpa la tienen todos los partidos políticos de la Oposición. Esto lo veía venir. Con tantos abusos existentes, la corruptela habida, la falta de colaboración, las intrigas… ¿Qué más quieren que les diga? Tenemos lo que merecemos, pero no hablo solamente de nuestra ciudad turística, generalizo, generalizo, hablo del resto de Canarias y parte del extranjero -dicho así jocosamente- que no acaban de hacer el… pongan Uds. el adjetivo.
A veces, parece como si quisiera estabilizarse la situación, pero sólo son amagos ilusorios que engañosamente quieren devolvernos la tranquilidad a la clase empresarial y obrera, que, como ya he dicho, no pierden las esperanzas de ver sus sacrificios compensados, siquiera, con el fruto merecido; y podamos celebrarlo de alguna manera.
Mientras tanto, impera la desesperación viendo pasar el tiempo, teniendo que satisfacer las cargas y hasta el embargo y sin expectativas de logros realmente alentadores. Esas lucecitas que nos parecen ver en el movedizo espacio de la lejana contemplación de la esperanza, son efectos del espejismo social en que vivimos. Nos consuela creer que vamos a mejorar en breve tiempo, no sólo por lo que se nos dice desde las altas esferas políticas, sino que nuestra fiebre elevadísima del deseo nos da con su implacable calor, las extrañas fuerzas que necesitamos para poder equilibrar la paciencia. Mientras esperamos, en tanto continuamos esforzándonos, sin perder los ánimos. Mas, insistimos, que a cambio, ellos también se esfuercen, como gobernantes que son de los destinos de nuestros sufridos pueblos, en aras de la paz económica y social, como nos han prometido siempre, antes de celebrarse los obligados comicios electorales. Que no deleguen en otros sus verdaderas obligaciones, y que escuchen con más sensibilidad nuestras justas pretensiones: vivir mejor y que el precio no sea tan alto.
La Oposición también está obligada a contribuir positivamente en todos los esfuerzos que hagan sus oponentes políticos. ¿Creen que así van a llegar alguna parte en favor del sufrido pueblo? Si, sufrido pueblo que ve desmoronarse todos sus esfuerzos, hundirse las Empresas una tras otra, crecer el número de desempleados, la quiebra de tantos pequeños y medianos negocios… Existe pánico en las Industrias, los capitales emigran, hay desconfianza… ¿Pero es sólo culpa del Gobierno tal descalabro? La misma culpa la tienen todos los partidos políticos de la Oposición. Esto lo veía venir. Con tantos abusos existentes, la corruptela habida, la falta de colaboración, las intrigas… ¿Qué más quieren que les diga? Tenemos lo que merecemos, pero no hablo solamente de nuestra ciudad turística, generalizo, generalizo, hablo del resto de Canarias y parte del extranjero -dicho así jocosamente- que no acaban de hacer el… pongan Uds. el adjetivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario