6/9/08

La mente por los oscuros senderos...


Qué lentos son los pasos de mi regreso, que no me ayudan. Y cómo ha cambiado todo desde el día que partí. Como si yo fuera el muerto que muere otra vez, así me siento... Como si ya hubiera olvidado el corto camino, el único atajo de ilusionada distancia que me llevara siempre hacia ti, como si hubiera envejecido también mi alma. ¡Qué lentos siento hoy mis cansados pasos, qué larga se me ha hecho la noche! ¡Y qué corto mi sueño!.. Ya no sueño más si quiero, no hay caminos en mi subconsciente y me hiere el silencio de tantas soledades... Aunque quisiera no sueño, estoy muerto.

Se me va la mente por ocultos senderos buscando el elixir de la compañía alejada ah tiempo. Mis sentidos amordazados no reaccionan como fuera antes, las cosas bellas de la vida las veo, si, deslumbrar en mi agonía, pero no son mías, las veo y sólo con mi apagada mirada las acaricio; como si pasara de largo por viejos caminos que antaño recorriera, pero que ya no me pertenecen; y me obligara el desconsuelo del abandono, a no poder quedarme para vivirlo todo como antes, más aún, como nunca lo habré vivido... La vida es todo cuanto nos rodea, es la gente, la tierra, el mar y el cielo.

Mientras vivimos estamos de paso, es corta la permanencia, pero sin embargo los encantos que nunca valoramos, las cosas pequeñas, las cosas que llaman... Esas no se nos van, están ahí perennemente. Las sutilezas que tanto despreciamos, son como las simientes para el alma, de ellas nace el verdadero amor, la verdadera grandeza y otras tantas manifestaciones que culminaron desde ese sentimiento sublime y embrionario, como el mismo hombre...

Cuánto diera, si pudiera, que ya nada tengo material, por oír las voces amigas, de los seres queridos. Por besar una sola violeta, por llorar entre tus manos el llanto de mi silencio apasionado.

Sólo si tu recuerdo me llama estaré vivo; y mientras tu plegaria dure estaré contigo, y si te "alejaras" como yo me fui, estaremos juntos. Ya no importa el olvido... Tú estarás conmigo y entonces no habrán silencios sepulcrales ni llantos ocultos, habrá un nuevo amanecer para los dos con aires perfumados, con aromas de nuestros campos y muchas violetas teidíferas, habrá un canto angelical para nuestro amor que nos unirá más, eternamente, y tu voz será mi voz, y tu alma y la mía será una sola y en torno a nosotros tendremos siempre todo aquello que hayamos perdido...

¿Sabes?, volveremos de nuevo a rehacer nuestras vidas, y me dirás: ¡Te quiero!, cuantas veces lo desees, y reirás conmigo... Pero nunca más llorarás, porque entonces estaremos juntos, quién sabe donde, ni cómo, en aquel lugar prometido... Aquel lugar soñado...

Veremos pasar el tiempo sin importarnos su frecuencia ni las prisas que lleve, ni cómo se lleva tantas ilusiones, tantas vidas que apenas han comenzado a liberarse, en un brusco arrebato suyo, como si eso fuera justo, uno tras otro, sin consideración alguna. deliberadamente. Pero estaremos juntos, sin soltarnos las manos, para siempre juntos.

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