26/6/12

LAS DOS CARAS DE LA CIUDAD TURÍSTICA

Evidentemente, existen contradicciones muy notorias en los respectivos análisis que hagamos respecto al perfil de nuestra ciudad, no ocultamos los contrastes que hallemos, ni negamos las mejoras ni los defectos existentes.

Como honrada contribución, quiero decir que no hay lugar como este, que reúna abundantes excelencias y cuyo ambiente cosmopolita enamore tanto. Hay rincones o lugares dentro de nuestro perímetro geográfico, realmente óptimos para satisfacer las exigencias reglamentarias turísticas. Las infraestructuras existentes lo corroboran, buena parte de la ciudad se ha restaurado y como ya he dicho en anteriores ocasiones, es un placer pasear por determinadas calles que poco o nada tienen que envidiar a otros lugares turísticos de nuestra isla de Tenerife, pese a los escasos recursos económicos de que disponemos, ni el apoyo institucional de los organismos oficiales tan necesarios en estos asuntos. No lo digo yo solamente, lo dicen la Prensa, Radio, TV y las gentes en la calle. Pese a ello, tratamos de mantener en las mejores condiciones a nuestra ciudad, con el objeto, principalmente, de darle a nuestros visitantes todo el confort y atenciones propias de la misma demanda, responsabilidades que en ningún momento hemos eludido.

Matizando un poco, debo añadir que no es tan importante crear como conservar lo que hayamos creado. La falta del mantenimiento de las Obras que se han hecho en Puerto de la Cruz, es el agravante de nuestros fracasos. Se gastan los millones en crear cosas necesarias, hacen maravillas y luego las dejan que se deterioren, el sol, el agua, el viento, etc., etc. Mejor no hagan más y cuiden lo poquito que tenemos. Y, no culpemos a nadie…

La otra cara de la ciudad, es evidente que existe y muy triste. Prácticamente, se trata de un tema aparte. Yo le titularía: Desidia en mi sufrida ciudad. Apatía, pobreza, abandono… Desde el añoso Paseo de Las Palmeras de Martiánez, al terminar ese agradable trayecto, fui caminando por la calle Valois hacia el Centro, pasando por El Belair, Estacionamiento La Estrella, Hospital Tamaragua, Torreón de Ventoso, resumiendo, llegué hasta la antigua Estación de Las Guaguas, Residencia de la Tercera Edad y paro de contar. Da pena ver y profunda lástima, la suciedad en las fachadas de los Edificios, no olvidemos, en la calle Dr. Ingrand, hace poco tiempo remozada. En la esquina, la vieja casa comercial de Hernández y Hnos. de tan céntrica ubicación, da pena… Locales comerciales cerrados, aceras inmundas por culpa de los chicles pisados, basuras, tierras, la in operabilidad extrema. Viví la sensación de estar pasando por una zona urbana en cuarentena después de una fatídica epidemia. Sentí vergüenza ajena y pánico a la vez, pensé que si esta trágica estampa seguía creciendo… ¡Adiós, mi Puerto querido!

Es cierto que hay muchos, muchísimos comercios en ruina, cerrados, pero si el entorno es un basurero, pierden, obviamente, credibilidad aquellos negocios que quieren progresar. No quisiera pecar de derrotista y hasta de entrometido, en Puerto de la Cruz lo que hace falta es control y vigilancia, ordenanzas municipales y personal que las haga cumplir. Las fachadas de las casas y edificios hay que adecentarlos, buscar las formas, pero ante todo, háganse valer. Hay que mantener limpia la ciudad, constantemente. Dado que las aceras son la vía para el transeúnte de a pié, hay que actualizarlas, limpiarlas… Si hubiera más vigilancia municipal y respeto ciudadano, no habría tanta miseria. Hay lugares que dan verdadera lástima, cochinos de verdad, pero, por suerte no es así en el resto de la ciudad. ¿Quieren que les diga más? Adolece la educación ciudadana y no es culpa de las gentes de la calle, es la tolerancia del sistema, la inconciencia de quienes permiten el libertinaje que se ha apoderado de nuestra ciudad, sus calles y lugares de ocio. Rompen coches, arrancan de raíz plantas y flores, pintan las paredes los grafistas… Hacen sus necesidades fisiológicas donde más fácil les sea, pelean, gritan, hacen el amor en cualquier rincón, vomitan… Y nadie les ve.

Y como el libertinaje está de moda, viene mucha gente de fuera a practicarlo aquí. ¿Qué les vamos hacer?

La verdad, que la cara fea de la ciudad es mucho más conflictiva de lo que parece y como no le pongan remedio, nos invaden y deshacen todas nuestras democráticas estructuras gubernamentales, convirtiéndonos en indefensos habitantes…

Celestino González Herreros

http://www.celestinogh.blogspot.com

celestinogh@teleline.es

No hay comentarios: