1/3/12

CUANDO HEMOS LLEGADO AL EQUIVOCADO CENIT DE NUESTRA VIDA

Ya sólo nos queda el consuelo de haber vivido tanto como lo hayamos deseado, aunque siempre nos parezca poco, incluyendo aquellos sueños que no pudieron realizarse por designios del destino. Hasta morir nos resistiremos y si fuera posible, después también quisiéramos reencarnar aquel amor que sólo llegó a ser una triste quimera… Ya sólo nos quedan recuerdos idealizados que aún siguen resarciéndose. ¿Quién no ha dejado atrás algo apasionado con las prisas?.. ¿Quién, equivocadamente, no torció el rumbo en su obstinado andar?... ¿Quién, después de descender a la fría fosa, si pudiera, no quisiera comenzar de nuevo hasta varar su barca en playa segura, sin temores ni intrigas, sin malsanos perjuicios ni persecuciones? Todo, desde el principio hasta el final, es una incógnita muy difícil o imposible despejar. Pienso que nunca sabremos si estamos en lo cierto o no. Acostumbrados a andar sin conocer realmente el camino por donde vamos, ni el final del mismo, ya nos da igual. Estamos hechos para ganar o perder, sin embargo aunque pareciera no importarnos esa incógnita, ese incierto final de nuestra vida, si nos preocupa. Y está escrito que las aguas volverán a sus causes y al final del camino estarán esperándonos. Nuestra alma traspondrá el amplio horizonte abierto a su nueva suerte…

Muchos habrán renunciado al verdadero amor, sin saber porqué, por sutilezas, a veces, por inmaduréz emocional, malas influencias o desconocimiento de sus propios sentimientos. Por debilidad o desidia. No pocos por cobardía; y al cabo de los años, aún reconociendo sus errores, tratan de justificarse ante los demás sin argumentos que les acrediten. Vieron morir su adolescencia, su dorada juventud y sus hermosas posibilidades. Ahora se lamentan, algunos, aún habiéndolo comprendido antes de sentirse abandonados e irremisiblemente solos, sin nada ni nadie por lo que valga la pena seguir viviendo. Quisieran poder retroceder en busca de la verdadera razón, como única verdad en esos largos senderos tanto tiempo andados en soledad y lamentando no haberlos ignorados.

Arrepentidos buscan reconciliarse y en vano se esfuerzan, ya el tiempo al pasar se ha llevado consigo las fragancias del amor perdido y sufrirán el peregrinaje del errabundo caminante que no halla la paz de su conciencia. Y seguirán solos todo el sombrío y pedregoso camino… Irremediablemente solos.

Cosas que ocurren aunque no lo parezca, sólo Dios sabe dónde quedaron sepultadas…

Celestino González Herreros

http://www.celestinogh.blogspot.com

celestinogh@teleline.es

No hay comentarios: