18/3/13


PADRE MÍO QUE ESTÁS EN EL CIELO

 Frente a tu Cristo... imploro.
al Cristo Crucificado
en tanto amor inspirado
y en recuerdos que atesoro.

Frente a tu Cristo llorando
le ofrezco mis oraciones
hecho el corazón jirones;
que mi alma le estoy brindando.

Padre, si estás en el Cielo,
si allá nos encontráramos,
cuántas cosas haríamos.
¡Ya elevaría el vuelo!

Buscaríamos, primero
a nuestra madre querida,
cerrando así la herida
de aquel adiós postrero.

Tú que la quisiste tanto
comprenderás el vacío
que sufre el corazón mío
y este desolado llanto.

Sólo me queda rezarles
para estar cerca de ustedes
entre estas cuatro paredes
y jamás, nunca, olvidarles.

Si cierro los ojos les veo...
que aunque esté despierto sueño
desde cuando era pequeño.
¡Ay, madre, cuánto les deseo!


*****





Celestino González Herreros
celestinogh@teleline.es

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